
Más de 200 personas han fallecido y varias están desaparecidas después del paso por España de la DANA más devastadora de las últimas décadas. La peor parte se la ha llevado Valencia y, dentro de la provincia, la zona cero se sitúa en el municipio de Paiporta.
A tener en cuenta
Pese a que ya ha pasado una semana de las intensas lluvias, siguen las tareas de búsqueda de los desaparecidos, así como las labores de limpieza de las zonas afectadas de Valencia. Es más, las autoridades han achicado agua de muchos garajes y parkings esta mañana.
Por suerte, durante el recorrido que han llevado a cabo la Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias (UME) en silencio, alumbrando con linternas y equipados con chalecos, cascos, mascarillas y guantes, no han localizado víctimas en los primeros 50 vehículos inspeccionados en el aparcamiento del centro comercial Bonaire.
Como era previsible, esta situación de incertidumbre de saber qué le ha sucedido a un ser querido al que se perdió la pista provoca un shock traumático e incluso no llegar a poder velar un cuerpo sin vida puede derivar en un duelo patológico.
¿De qué manera se puede tratar el tema con los más pequeños?
Ahora bien, ¿de qué manera deben explicar los padres afectados esta catástrofe natural a sus hijos? Según Pilar López Morales, psicóloga sanitaria con diferentes especialidades, entre ellas, el suicidio, a pesar de que es "muy difícil" encontrar las palabras correctas para abordar el tema, es importante "mostrar que estemos con ellos".
¿El motivo? Está claro: los padres son las figuras de seguridad que necesitan actualmente. Para tratar el asunto, se pueden utilizar frases como:
- Estoy aquí contigo.
- Puedes contarme como te sientes.
- No voy a dejarte solo, estás seguro.
- Estoy aquí para protegerte.
- Es normal como te sientes, yo me siento así también.
- Lo superaremos juntos.
- Después de la tormenta, llega la calma.
"Entienden más los hechos que las palabras"
"En este tipo de casos, más que palabras, lo necesario es el acompañamiento, el cariño y el apoyo, ya que los niños entienden más los hechos que las palabras, por ejemplo, abrazos", ha relatado la experta a 'elEconomista'.
Por lo general, un desastre natural de estas características puede crear sensación de confusión en los pequeños, por no entender qué ha pasado y las consecuencias que ha provocado tal desastre. Además, López Morales ha destacado que pueden desarrollar "ansiedad por anticipar que vuelva a pasar".
Esto se puede ver muy reflejado en un trastorno de ansiedad por separación, donde los niños pueden tener pánico a que a sus padres -sus mayores figuras de apego- les pase algo. "También, evidentemente, los niños que hayan estado expuestos a imágenes, pérdidas, etc., pueden desarrollar un trauma que puede dar la cara en la adultez en forma de ansiedad, depresión, o incluso un TEP (trastorno de estrés postraumático)", ha matizado.
Para que los niños expresen lo que sienten, los padres pueden fomentar un ambiente seguro y de apoyo, usando herramientas más llevaderas para canalizar las emociones, dedicando tiempo para hablar de sus sentimientos, pidiéndole que dibuje sus percepciones, eligiendo de qué color se siente o incluso utilizando las emociones de "inside out" para identificar y expresar mejor lo que tienen dentro.
"Para relajar luego y suavizar el malestar, pueden emplear la técnica de la mariposa, entrelazando los dedos pulgares, y el aleteo de las manos (simulando el vuelo de una mariposa), marcará el ritmo de la respiración. Hacerlo junto a ellos, les ayudará a sentirse mejor", ha recalcado la especialista.
Recomendaciones
López Morales, por si fuera poco, ha lanzado una serie de consejos a los padres para ayudar a sus hijos a procesar sus emociones tras una situación traumática. Estas son:
- Mostrar apoyo.
- Ser una figura de seguridad y confort para el niño.
- Dejar que exprese libremente lo que siente.
- No ocultar ni engañar sobre lo que ha pasado, sino, a través de un lenguaje adaptado a su edad.
*Pueden utilizar 'Aurora', un cuento infantil y gratuito creado por la psicóloga infantil Carmen Esteban, conocida en redes como @mipsicologainfantil, para explicar la DANA a los más pequeños.
"En el caso de niños que hayan perdido familiares, mascotas, o algo que el pequeño tenga vínculo, por ejemplo, peluche con el que dormía, es importante llevar a cabo un ritual de despedida para que el duelo sea lo más sano posible dentro de este catastrófico escenario, sobre todo, para ellos, que viven el mundo desde otra perspectiva", ha concluido López Morales.
¿De qué manera? Pues escribiéndole una carta y quemándola para que llegue al cielo o decirle que las personas que ha perdido le sonreirán los arcoiris. Es decir, todo aquello que al niño pueda ayudarle a llevar de forma más llevadera su pérdida y sentir que ha cerrado la despedida.