
Es habitual, durante el periodo veraniego, decantarse por alternativas dulces como helados, Donuts u otras golosinas. Ahora bien, es conveniente tener en cuenta su impacto en la salud, más concretamente en la salud bucal y el control del azúcar en sangre, sobre todo de los más pequeños de la casa.
En profundidad
¿La explicación? Pues bien, según ha relatado abiertamente la terapeuta Nanda Carvalho, se debe a que cuando se come un dulce en ayunas entra rápidamente en el torrente sanguíneo, lo que provoca un pico de glucosa que genera un aumento inmediato de la energía.
No obstante, una vez que los niveles bajan, se produce un bajón considerable, con sensación constante de hambre y un gran antojo de consumir productos de este tipo. Para que el impacto sea menor sobre el cuerpo, lo mejor es consumirlo después de la comida principal.
Más detalles
"Cuando se come un dulce tras la comida, el cuerpo produce más dopamina, y esto hace que el placer de su consumo sea mayor, por lo que es una manera de comer dulce con mayor control y satisfacción", ha relatado la experta. Eso sí, ha hecho un llamamiento para que se tomen en cuenta otras alternativas.
Es decir, lo ideal sería comenzar la ingesta de comidas con algo salado o nutritivo en el desayuno, como una ensalada con fibra, proteína y grasas saludable, lo que permitirá mantener la glucosa estable a lo largo de la mañana. Si se juntan estos alimentos, con un ingesta moderada de azúcar, se logra un procesamiento más eficaz de los nutrientes de los alimentos.
A tener en cuenta
Con todo ello, ha destacado que no se trata de eliminar los dulces por completo de nuestra dieta, sino que la clave está en la moderación. O lo que es lo mismo, ingerir dulces de manera ocasional y en pequeñas porciones permite disfrutar a todos sin consecuencias negativas llamativas.
Aprender a reconocer y controlar los antojos, por tanto, es fundamental. Por si fuera poco, es relevante mantenerse activo. Y es que realizar actividad física horas después de comer dulces ayuda a emplear la glucosa de manera eficiente, evitando que se almacene como grasa.