El cerebro es uno de los órganos esenciales en nuestro organismo. Tanto es así que, cuando deja de funcionar, se considera que la persona está muerta. Como si fuera una especie de director de orquesta, dirige las diferentes partes para el correcto funcionamiento del organismo.
A través de los sentidos, el cerebro recibe un flujo importante de información del mundo que nos rodea, la procesa y hace que cobre significado, organiza y controla el movimiento. Asimismo, entre las funciones del cerebro también están las de regular la temperatura corporal, la circulación sanguínea, la respiración y la digestión.
En profundidad
Como bien todos sabemos, la alimentación tiene un impacto significativo en la salud cerebral. Es más, una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales, puede mejorar nuestra función cognitiva, la memoria y el estado de ánimo. Por el contrario, una dieta desequilibrada, con exceso de grasas saturadas, puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades.
Dentro de este grupo, existe una fruta que está vinculada con la mejora de la función cerebral, la protección de neuronas y la reducción del estrés oxidativo, factores determinantes para mantener un cerebro sano tanto a corto como a largo plazo: se trata de los arándanos.
Propiedades
Siendo una de las frutas más completas que podemos encontrar hoy en día en los mercados, conviene señalar que contiene todo tipo de vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos esenciales. Pese a que podemos encontrarlo prácticamente todo el año, la época ideal para consumir arándanos es a partir de junio.
Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según varios expertos:
- Ayudan a reducir el daño del ADN. Sus antioxidantes reducen el daño oxidativo del ADN al neutralizar la actividad de los radicales libres.
- Tienen potencial antitumoral. Son conocidos como 'alimentos anticancerígenos'. Eso sí, es necesario aclarar que no son un tratamiento para esta enfermedad y, por sí solos, tampoco la previenen.
- Ayudan a regular los niveles de colesterol. Pueden ayudar a mejorar el perfil lipídico en la sangre.
- Favorecen el control de la presión alta. Disminuyen la presión arterial, sobre todo en personas con obesidad u otro trastorno metabólico.
- Protegen el cerebro y ayudan a mejorar la memoria. Sus antioxidantes aportan aspectos positivos para la función cerebral, la actividad del sistema nervioso y la memoria. En concreto, protegen contra el deterioro cognitivo y mejoran la memoria y el aprendizaje.
- Contribuyen al cuidado de la salud ósea. Por su aporte de polifenoles, se cree que ayudan a estimular la formación de células óseas.
