
Aunque se presentan como una opción rápida y "saludable" para incluir pescado en la dieta, los palitos de pescado son, en realidad, un alimento ultraprocesado que dista mucho de los beneficios nutricionales del pescado fresco. Este producto, popular en menús infantiles y comidas rápidas, se elabora a partir de restos de pescado blanco —como el abadejo, el merluza o el bacalao— que, tras ser triturados, se combinan con almidones, aceites vegetales, sal, aditivos, potenciadores del sabor y rebozados ricos en grasas saturadas. Todo ello con el objetivo de mejorar la textura y prolongar su conservación.
Los palitos de pescado, populares entre los niños por su sabor y textura crujiente, contienen aproximadamente entre un 50% y un 60% de pescado, según la marca. El resto de su composición incluye ingredientes como harina de trigo, azúcar, agua, aceite de colza, levadura, almidón de patata y diversos aditivos. Estos componentes adicionales, de escaso valor nutricional, se incorporan para mejorar el sabor y la textura del producto, haciéndolo más atractivo para los más pequeños. Sin embargo, su consumo introduce en la dieta sustancias poco saludables y puede dar una falsa impresión de estar ingiriendo una cantidad significativa de pescado de calidad.
En lugar de recurrir a los palitos de pescado, los nutricionistas recomiendan optar por preparaciones caseras de pescado fresco o congelado natural, evitando los productos rebozados o prefritos. De esta forma se aprovechan mejor las propiedades del pescado: alto contenido en proteínas de calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas D y B12, y minerales como el selenio y el fósforo.
¿Y qué pasa con los palitos de cangrejo?
Los palitos de cangrejo, también conocidos como surimi, son un alimento procesado que imita la textura y el sabor de la carne de cangrejo. Sin embargo, su composición dista mucho de lo que su nombre sugiere. Estos productos se elaboran principalmente a partir de pescados blancos de bajo valor comercial, como el abadejo de Alaska o la corvina. La carne de estos pescados se desmenuza y lava repetidamente para obtener una pasta conocida como surimi. A esta base se le añaden diversos aditivos: almidón, clara de huevo, sal, azúcar, saborizantes, colorantes y conservantes, con el fin de mejorar su sabor, textura y prolongar su vida útil. ?
Desde una perspectiva nutricional, los palitos de cangrejo presentan ciertas desventajas. Aunque aportan proteínas, el proceso de elaboración reduce significativamente la calidad proteica en comparación con el pescado fresco. Además, contienen una cantidad considerable de sodio y azúcares añadidos, lo que puede ser perjudicial para personas con hipertensión o problemas metabólicos. La presencia de aditivos y potenciadores de sabor también es motivo de preocupación, ya que su consumo habitual podría tener efectos negativos en la salud.
Algunos expertos en nutrición desaconsejan el consumo regular de estos productos. Por ejemplo, la nutricionista Rosa López señala que los palitos de cangrejo contienen numerosos aditivos y restos de pescado, lo que los convierte en una opción poco saludable. Además, su proceso de fabricación y la inclusión de ingredientes de baja calidad nutricional los alejan de ser una fuente óptima de nutrientes esenciales. ?