
El caldo de huesos es un plato tradicional que se prepara en todas las casas desde siempre y que, por desgracia, estamos perdiendo la costumbre de hacer. Sí, por usar más a menudo caldos industriales envasados que no tienen una elaboración tan cuidada.
Propiedades
Entre sus beneficios, conviene señalar los siguientes, según varios expertos:
- Potencia la memoria. Puede ayudar a mejorar la memoria y la función cognitiva gracias a su contenido de colágeno, omega-3 y otros nutrientes.
- Fortalece los huesos. Es una excelente fuente de minerales como calcio, magnesio y fósforo, que son esenciales para mantener unos huesos y dientes fuertes.
- Fuente de colágeno. Esto se debe a que los huesos de los animales contienen grandes cantidades de esta proteína. Gracias a ello, ayuda a mantener la piel sana y elástica y el cabello y los dientes sanos.
- Ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Contiene el aminoácido glicina, que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Controla el peso corporal. Gracias a su alto contenido proteico y su capacidad para saciar el apetito, puede ser un aliado cuando el objetivo es perder peso.
- Mejora del sueño y del estado de ánimo. La glicina presente actúa como un neurotransmisor inhibidor, ayudándonos a reducir la ansiedad, conciliar el sueño más fácilmente y despertar descansado.
Proceso
Cabe destacar que el caldo de huesos debe ser casero porque los que se comercializan ya elaborados no suelen estar muy preparados con cocciones prolongadas y puede que no utilicen ingrediente de la calidad necesaria. Por lo general, se puede preparar con medio kilo de huesos de caña y de rodilla de vaca, una carcasa de pollo y dos patas de pollo o una de pavo.
Para preparar este caldo, según el blog de Ramón Zelada, coach de salud integral, debemos colocar los huesos en una olla grande, llenarla de agua hasta arriba y, antes de ponerlo a cocer, añadirle una cuchara sopera de zumo de limón o vinagre de sidra de manzana para crear una mezcla ácida que optimice la extracción de nutrientes de los huesos.
Acto seguido, tenemos que poner a hervir la mezcla y quitar la espuma que aflore a la superficie, para después bajar todo el fuego y dejar hervir a fuego lento durante 14-24 horas. Por supuesto, añadiremos agua cuando se vaya evaporando.
Cuando el caldo esté listo, colarlo y tirar los huesos. En este punto, se pueden incorporar zanahorias ecológicas, una cebolla cortada en partes, ramas de apio, setas y dos dientes de ajo para potenciar el sabor. Cuando estén todos los ingredientes, cocemos durante una hora más para que las verduras no queden deshechas.