
Las espinacas, como bien todos sabemos, son odiadas por numerosas personas y amadas por un mínimo porcentaje. Ahora bien, se trata de una de las verduras más versátiles y con grandes beneficios para la salud, incorporándola fácilmente en todas las comidas.
En profundidad
Utilizada por varias culturas a lo largo de la historia, especialmente en las cocinas del Mediterráneo, Medio Oriente y Sudeste Asiático, es bastante nutritiva, sabrosa y fácil de digerir. Curiosamente, pueden consumirse tanto crudas como cocinadas.
Tradicionalmente se cultivan dos tipos de espinacas: las de verano, con semillas lisas y apenas resistentes a las heladas; y las de invierno, totalmente resistentes a las heladas, de semillas espinosas y, generalmente con hojas más lobuladas. Esto nos permite disponer de espinacas durante todo el año.
Propiedades
Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Previene la anemia. Es rica en hierro, un mineral imprescindible para la formación de hemoglobina, la cual es una proteína presente en los glóbulos rojos y es capaz de transportar oxígeno a todo el cuerpo.
- Controla la presión arterial. Contiene grandes cantidades de nitratos y potasio, sustancias que ayudan a incrementar el relajamiento de los vasos sanguíneos, permitiendo que circule fácilmente la sangre.
- Protege contra enfermedades cardiovasculares. La vitamina C, luteína y los compuestos polifenólicos presentes poseen una potente acción antioxidante.
- Ayuda a adelgazar. Tiene pocas calorías, cada 100 g de hojas crudas o cocidas tiene aproximadamente 23 calorías, que puede ayudar en dietas para perder peso.
- Regula los niveles de azúcar en sangre. Los tilacoides presentes aumentan la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de azúcar en la sangre.
- Mantiene la salud del cerebro. Es rica en antiinflamatorios y antioxidantes, como vitamina E y luteína, que previenen los daños en las neuronas, manteniendo al cerebro saludable.
A tener en cuenta
Ante este panorama, muchos usuarios se preguntan en las redes sociales cuál es la mejor forma para guardar las hojas de espinaca para que no se dañen. Pues bien, en el caso de que prefieran guardarlas ya lavadas, tan solo habrá que seguir los siguientes pasos:
- Limpiarlas bien, individualmente, para eliminar los restos de tierra y suciedad que pudiera tener.
- Escurrirlas y dejarlas secar completamente sobre un paño de cocina limpio y absorbente. Ayuda secar las hojas una por una.
- Cuando estén secas, lo próximo será guardarlas dentro de un recipiente hermético.
Cabe destacar que lo que determinará que las hojas de espinaca se mantengan sin daño, y por más tiempo, será que no se queden mojadas o húmedas tras el lavado.