Salud Bienestar

La experta en dietética y nutrición Ángela Quintas (Ser): "Si tomas fruta en el desayuno tienes que poner bastante jamón en las tostadas"

 

Que el desayuno es la comida más importante del día no es nada nuevo. ¿Por qué? Está claro: después de muchas horas de descanso, activa nuestro metabolismo y sirve para reponer los minerales y vitaminas que nuestro organismo ha utilizado mientras dormíamos.

Como bien sabemos, un desayuno equilibrado contribuye a repartir nuestras calorías durante el día, además de darnos la seguridad de aportar a nuestro organismo, los nutrientes necesarios, especialmente en el periodo escolar o en el ambiente laboral.

En profundidad

Por si esto fuera poco, los desayunos basados en la dieta mediterránea son uno de los más sanos y recomendados. Por lo general, hay que dedicarle un mínimo de 15 minutos y debe ser un momento de absoluta tranquilidad y relajación, tanto si es fuera como dentro de casa.

"Si vamos a consumir alimentos como pan, arroz, verduras o frutas, siempre hay que juntarlos con una fuente de proteína. Porque cuando consumimos hidratos de carbono solos, especialmente si tienen una carga glucémica alta, como el arroz, la pasta o la patata, estos provocan un rápido aumento de la glucosa en sangre, lo que desencadena un pico de insulina", ha reflejado la experta en nutrición, Ángela Quintas, en su libro De la boca a tu salud.

Caso personal

Y es que el pico de insulina que menciona la experta favorece la acumulación de grasa, los desequilibrios metabólicos y esos bajones energéticos que te hacen buscan alimentos nada más haber comido. A su juicio, al añadir proteína, se modera ese efecto.

Quintas, por ejemplo, toma un desayuno equilibrado de hidratos con proteína en el que la grasa ocupa un papel bastante secundario, ya que la incorpora en las proteínas o la incluye de modo comedido. "Depende de si la proteína tiene grasa o no, añado más o menos grasa", ha puntualizado la especialista.

En su opinión, la buena porción supone un 50-50% entre hidratos de carbono y proteínas, de manera que si tomamos una tostada y una pieza de fruta, no vale con una lonchita de jamón o un huevo. "Que se llene el pan, no un poquito. Esta proteína tiene que compensar la fruta y la rebanada de pan", ha concluido.

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