
El melón es una de las frutas estrellas del periodo veraniego. Al ser un alimento muy ligero y fresco -y sobre todo con un gran aporte hídrico- es perfecto para consumir a cualquier hora del día. Es más, al ser tan versátil puede consumirse crudo, como entrante o postre; formando parte de platos como el melón con jamón y en multitud de variedades de ensaladas y sopas.
Como bien sabemos, existen varios tipos de limones, aunque en España los más habituales son el "piel de sapo", el canario y el "cantalupo". La elección del tipo de melón, claro está, dependerá del gusto personal. Eso sí, al elegirlo hay que basarse en el tacto.
Propiedades
Pese a que muchos golpean los melones en los supermercados, lo ideal es agarrarlos y comprobar su peso. Cuanto más pesado sea, más jugoso estará. Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Mejora el tránsito intestinal. Aunque no es mucha la fibra que aporta en comparación con otras frutas del mercado, mejora la función digestiva.
- Mantiene hidratado el organismo. Posee un 85% de agua, lo que resulta idóneo ante elevadas temperaturas.
- Ayuda a bajar de peso. Su alto contenido en agua y bajo contenido calórico la convierten en una fruta muy importante en dietas de adelgazamiento, ya que te proporcionará una sensación de saciedad sin haber consumido grandes cantidades.
- Fortalece los huesos y los dientes. Las semillas del melón promueven el fortalecimiento de los huesos y dientes, ya que son ricas en calcio, ayudando a mantenerlos saludables y previniendo varias enfermedades.
- Refuerza el sistema inmunológico. Tiene características antioxidantes, gracias a su alto contenido en vitamina A y C, que protegen nuestro organismo de los daños ocasionados por los radicales libres.
- Mejoran el sistema inmune. Aporta una buena cantidad de vitamina C y vitamina A, que ayudan a mejorar el sistema inmune, aumentando las células defensas del organismo y disminuyendo el estrés oxidativo.
A tener en cuenta
Por lo general, la cáscara del melón suele descartarse nada más partirlo para consumir, terminando acto seguido en la basura tras pensar que no será útil, en absoluto. Y no es así. De hecho, todo lo contrario: se le puede dar, pese a ser ignorada y descartada en numerosas ocasiones, una segunda oportunidad.
En primer lugar, puede ser empleada como un ingrediente clave en la preparación de espectaculares batidos y zumos. También se puede utilizar como un producto natural en la elaboración de mermeladas y conservas, añadiendo un toque especial con su textura.
Asimismo, puede ser alimento para animales y para las aves. De igual manera, son un recurso ideal para crear un exfoliante natural y cuidar la piel. Incluso se puede crear una fragancia casera utilizando las cáscaras de melón, colocándolas en un recipiente con agua y calentándolas suavemente a fuego lento.
Por último, pero no menos importante, tiene aplicaciones prácticas en el jardín. Aunque puede ser convertida en compost, se puede aprovechar también como abono para el sustrato de las macetas. Y no solo eso: se puede crear un fertilizante casero con ellas.