Las proteínas son compuestos grandes y complejos que desempeñan numerosas funciones vitales en el cuerpo. Son responsables de la mayor parte de los procesos dentro de las células y son cruciales para la estructura, el funcionamiento y la regulación de los tejidos y órganos.
El consumo de proteínas resulta especialmente beneficioso para quienes practican deporte o asisten al gimnasio, ya que facilita la reparación y el crecimiento del tejido muscular. Durante el ejercicio, se producen pequeñas lesiones en las fibras musculares.
Estos compuestos ayudan a reparar estas lesiones, acelerando la recuperación y promoviendo el desarrollo muscular. Además, aportan aminoácidos que intervienen en la formación de nuevas fibras musculares, lo que contribuye a aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento físico. Su consumo también favorece la sensación de saciedad, lo que ayuda a controlar el apetito y evita el exceso de calorías.
Uno de los alimentos con más proteínas son los huevos. Lo recomendable, según la Clínica Universidad de Navarra, es que un adulto consuma entre 40 a 60 gramos por día. La forma de cocinarlos puede influir en la conservación de sus nutrientes.
La manera en la que se cocinan puede hacer que los huevos sean más seguro de consumir y que la digestión sea más fácil. El huevo duro o poché son las opciones más saludables al prepararse con agua hirviendo, sin añadir grasas. Si se elaboran de otra forma, se recomienda usar aceites de buena calidad como el de oliva.