Copoazú. Probablemente sea un nombre desconocido para muchas personas. Ahora bien, para otras se trata de una fruta de un tamaño muy similar al del melón que se caracteriza principalmente por su pulpa blanca cremosa y su sabor similar al del cacao.
Origen
Al parecer, procede de un árbol de fruta tropical autóctono de Colombia, Brasil, Perú y Ecuador. ¿Y por qué destaca? Está claro: esta fruta se puede aprovechar y consumir de muchas maneras -y en diferentes presentaciones-: desde un helado hasta cervezas creadas con la materia prima de este exótico elemento del Amazonas.
Pero eso no es todo: ofrece unos frutos y una cáscara parecida a la del coco, que resultan deliciosos. En su interior, se sitúa una pulpa blanca cremosa alrededor de semillas grandes, que es la que le da un toque especial. Sí, la pulpa de esta fruta tiene muchos pretendientes en la actualidad.
Beneficios
A continuación, conviene señalar sus propiedades:
- Reduce las inflamaciones. Tiene propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda a combatir enfermedades como la artritis.
- Fortalece el sistema inmunitario. Hay una gran cantidad de antioxidantes, omegas y vitamina C, que ayudan a aumentar la protección que brinda el sistema inmunitario.
- La pulpa de copoazú ha demostrado tener bondades nutricionales como vitamina C, antioxidantes, pectina (fibra natural), fósforo (valioso para que el cuerpo produzca energía), hierro (mineral que transporta el oxígeno en la sangre) y calcio, esencial en la formación y el mantenimiento de dientes y huesos sanos.
- Cabello suave y saludable. Se puede usar como un ingrediente hidratante para el cabello, debido a su alto contenido en ácidos grasos saturados y monoinsaturados.
- Rico en fibra. Ideal para la salud intestinal. De igual manera, aumenta la sensación de saciedad y ayuda a controlar el azúcar en la sangre.
A tener en cuenta
Por su cercanía con la especie del cacao mencionada anteriormente, posee ciertas características que pueden convertirlo en una gran alternativa. Es más, a veces se añade a las barritas energéticas, bebidas y otros refrigerios. Asimismo, gracias a su alto contenido de grasa natural y a su leve dulzura, puede procesarse en barras como el chocolate negro.
Otra manera de usarla es en forma de mantequilla, como grasa para cocinar. Debido a su alto contenido de ácido oleico, tiene una textura suave y un punto de fusión similar al de la mantequilla. Tampoco es extraño encontrarlo en productos cosméticos, tales como lociones para la piel, jabones, champús, acondicionadores o mascarillas para el pelo.