
Cuando viene el período navideño, en muchos hogares llegan los problemas. Y no hablamos de malos rollos o situaciones familiares incómodas, sino todo lo contrario: surgen dudas sobre la comida que se pondrá en la mesa en fechas marcadas en rojo en el calendario.
¿Preparaciones muy elaboradas? ¿Comprar comida ya hecha? ¿Reservar en un restaurante y evitarse las complicaciones? Lo cierto es que todas estas incógnitas son válidas y se plantean en la cabeza de millones de españoles y españolas. Sí, más de lo que creemos.
Un mar de dudas
Por lo general, en estas fechas tendemos a cocinar de más por si acaso, lo que se traduce en que nos servimos muchas más cantidad en los platos e incluso repetimos, multiplicando bastante la ingesta de comidas poco saludables. La mejor opción es calcular las cantidades razonables para el número de invitados sin exagerar.
Y es que no hace falta que preparemos numerosos platos, todos ellos laboriosos y calóricos. De hecho, si el aperitivo -como suele pasar- es abundante, lo ideal es cocinar un solo plato. Y, sobre todo, procurar reducir al máximo el postre: bombones, turrones...
La gran solución
Ante este panorama, la nutricionista Sandra Moñino, ha recomendado en 'La Vanguardia' un plato navideño saludable que destaca por encima del resto: se trata de la ensalada de mango. Entre otras cosas, lleva canónigos, rúcula, cebolla, tomate, pepino, zanahoria rayada, mango y arándanos, aguacate, semillas de girasol y una salsa.
"Además, le añado eneldo y un poco de pimienta. Para presentar a veces también le añadimos algo queso feta e incluso la hacemos en copas individuales para que quede mejor", ha manifestado la experta en el citado medio.
A tener en cuenta
Más allá que lo que comemos en Navidad, lo importante es lo que comemos antes y cómo compensamos en estas fechas. A juicio de Moñino, si la persona en cuestión lleva una dieta demasiado restrictiva, el cuerpo le va a pedir comer todo lo que le ha prohibido. Y toda esa ansiedad que ha estado acumulando durante esos meses va a desencadenar en comer en exceso.
"En vez de comerte un trocito de turrón el día de Navidad o de Nochebuena, vas a comerte una tableta entera. Esa ansiedad tiene que salir por algún sitio", ha puntualizado. ¿Su consejo? Está claro: mantener un equilibrio entre lo saludable y una comida menos sana.