
Del tamaño de una aceituna y poco conocida en España, el nanche es una fruta de color amarillo, sabor agridulce y olor. Generalmente, se consume de forma natural pero se puede encontrar en helados, mermeladas, jaleas...
Su árbol alcanza entre tres y quince metros de altura y sus hojas comienzan a florecer en abril. Habita en climas cálidos, semicálidos y templados y se adapta a diferentes tipos de suelo. A pesar de ser desconocida por el público español, tiene más vitamina C que la mandarina y un alto porcentaje de proteína.
Esa riqueza en vitamina C ayuda a la reparación y el crecimiento de tejidos de todo el cuerpo y es usado para formar colágeno, una proteína que contribuye a combatir arrugas y a producir piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.
El colágeno va disminuyendo su producción a medida que se envejece y por eso es tan importante compensar esa pérdida a través de alimentos que ayuden a su 'fabricación' como puede ser el nanche.
- Esta fruta es antioxidante por lo que combate el envejecimiento prematuro.
- Es rica en vitamina A y C, que mejoran el sistema inmunitario y la salud ocular.
- Posee un alto contenido en calcio, hierro y fósforo.
- Es una fuente de fibra.
- Baja en calorías.
- Contiene propiedades antiinflamatorias.