
El nanche es una fruta redonda, pequeña y de color amarillo o naranja dependiendo de su madurez. De sabor dulce y un poco ácida, contiene un porcentaje de proteína que llega al 3,6% y posee más vitamina C que la mandarina.
La vitamina C es necesaria para el crecimiento y la reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Además, se usa para formar colágeno, una proteína que contribuye para combatir arrugas, producir la piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.
Sin embargo, a medida que envejecemos, la producción de colágeno disminuye y la calidad del que queda también se deteriora. La buena noticia es que es posible reducir esta pérdida de colágeno mediante hábitos saludables y una dieta equilibrada, como con el consumo de nanche.
Es una fruta antioxidante que ayuda a combatir contra el envejecimiento prematuro. Es rico en vitamina A y C, que refuerzan el sistema inmunitario y la vista. Tiene un alto contenido en calcio, hierro y fósforo, además de contener fibra, es bajo en calorías y posee propiedades antiinflamatorias.
Mayormente se consume al natural, aunque también se puede encontrar diversos productos fabricados a base de esta fruta como helados, mermeladas, jaleas, entre otros.