Salud Bienestar

El caldo que potencia la memoria, fortalece los huesos y es una fuente de colágeno

Caldo de carne en un cuenco sobre una mesa. Firma: iStock

La llegada del otoño y la bajada de las temperaturas provocan que nos apetezca tomar platos calientes que se evitaban en verano. Los caldos son uno de los platos más nutritivos y ricos que podemos comer. Estos pueden estar conformados por diversos alimentos como carne, verduras o pescado, siendo muy versátiles.

Existen caldos que ayudan a fortalecer la memoria y el aprendizaje como el de caldereta de cerdo ibérico. Este es rico en colágeno, un nutriente importante para regenerar tejidos y cuidar las articulaciones. Contribuye a la elasticidad de la piel y el alivio intestinal.

También posee omega-3 que es ideal para reforzar las membranas celulares en el cerebro, bajar los triglicéridos y la tensión arterial. Es un alimento antiinflamatorio y que fortalece los huesos. La Federación Española de la Nutrición (FEN) asegura que la carne de cerdo tiene minerales como el zinc, en potasio, fósforo y selenio. Es rico en vitamina B12, vitamina B6 y niacina.

Para hacerlo son necesarios los siguientes ingredientes: medio litro de cerdo sin conservantes, un poco de vino blanco, cebolla, magro, pimiento rojo, pimentón dulce, ajo, orégano y pimienta. Lo primero es hacer el sofrito con la cebolla, el pimiento y el ajo, mientras se pica el cerdo. Tras esto, se sala y se añade la carne. Cuando esta se dora, se añade el orégano, pimentón dulce, chorro de vino blanco y el caldo. Luego se añade el agua para cubrir los ingredientes. Y se cocina a fuego lento entre 45 y 50 minutos.

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