
Las proteínas son moléculas grandes y complejas que desempeñan muchas funciones vitales en el organismo. Realizan la mayor parte del trabajo en las células y son importantes para la estructura, función y regulación de los tejidos y órganos del cuerpo.
Tomar proteínas es un complemento para las personas que hacen deporte o van al gimnasio porque contribuye a reparar y construir el tejido muscular. Cuando se entrena, se producen microdesgarros en las fibras musculares.
Las proteínas ayudan a reparar estos desgarros, facilitando la recuperación y promoviendo el crecimiento muscular. También aportan aminoácidos que ayudan a sintetizar nuevas fibras musculares que incrementan la masa muscular y optimizan el rendimiento físico. Su consumo aumenta la saciedad, ayudando a controlar el apetito y a no comer excesivas calorías.
Los alimentos con proteínas más comunes son las carnes magras, huevos, productos lácteos o legumbres, pero hay otras formas de consumir proteínas. Uno de ellos es el maní, un fruto seco que pertenece a la familia de las leguminosas.
Los beneficios de tomar maníes
Según el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), los maníes contienen 25,8 gramos de proteína por cada 100 gramos, algo que dobla los 12,4 gramos que aportan los huevos. Este alimento contiene otros nutrientes que le hacen ideal para personas a partir de los 50 años.
Los maníes son semillas de la planta Arachis hypogaea, una leguminosa que comparte familia con los porotos, lentejas y la soja. Son ricos en grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales. También tienen capacidad para prevenir enfermedades cardíacas. Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine halló que el consumo regular de frutos secos puede reducir en un 29% el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
Este fruto seco contribuye a proteger las arterias, previniendo enfermedades derivadas del estrés oxidativo. Es rico en vitamina B, algo que previene el deterioro cognitivo vinculado con la edad y ayudar a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer.
El maní contiene resveratrol, un compuesto biactivo presente en la piel que tiene propiedades antienvejecimiento, protegiendo las células del daño oxidativo. Al ser antioxidante, puede aliviar el dolor articular generado por la inflamación.
Las grasas buenas del maní tienen capacidad para controlar la diabetes tipo 2, mejorar la sensibilidad a la insulina y a mantener los niveles de azúcar en sangre.
Estos frutos secos se pueden comer tostados o hervidos. Se añaden en ensaladas, plato de pasta, postres o aperitivos.
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