
El colágeno es una proteína fibrosa y rica en aminoácidos que se está en presente en varias partes del cuerpo como el pelo, la piel, las uñas, los huesos, los ligamentos, los tendones o los vasos sanguíneos. Entre sus funciones está reforzar los huesos y articulaciones, permitir que la piel y los tendones no se estiren y contribuir a que el cuerpo se cure ante una lesión.
El problema es que el colágeno va disminuyendo con el paso del tiempo, notándose en la piel a medida que envejece. Para compensar esta reducción hay que hacerlo a través de la alimentación. Una fruta poco conocida sería la mejor aliada para aumentar el colágeno: el nanche.
Esta fruta se encuentra en las regiones tropicales de América Central y del Sur, donde desde hace siglos ha sido valorada por sus beneficios para la salud. Es redondo y de un color amarillo intenso. Debido a sus propiedades, es beneficioso para la piel por su alto contenido en vitamina C y otros nutrientes esenciales.
Qué beneficios tiene el consumo regular de nanche
El nanche destaca por su capacidad de apoyar la producción de colágeno y pesar de que por sí misma no contiene esta proteína, su aporte de vitamina C es fundamental para la síntesis de colágeno, siendo un componente clave para mantener una piel firme y joven.
Esta vitamina C que posee el nanche le hace ser un actor más en la producción de colágeno, ayudando a estabilizar y fortalecer las fibras de colágeno que dan soporte a la piel. Así, contribuye a prevenir la formación de arrugas.
Esta fruta tiene un alto contenido en antioxidantes que ayuda a combatir los radicales libres que son moléculas inestables que dañan las células de la piel y pueden acelerar el proceso de envejecimiento. Estos antioxidantes protegen la piel de los daños causados por la contaminación o la radiación ultravioleta, previniendo la aparición de manchas, arrugas, y otros signos de envejecimiento prematuro.
El nanche contribuye a mantener la piel hidratada por su alto contenido en agua y vitaminas. Su aporte de vitamina C en el nanche fortalece el sistema inmunológico, contribuyendo a combatir infecciones. También es una fuente de fibra dietética, mejorando la digestión, previniendo el estreñimiento y a tener un peso saludable. Esta fibra tiene beneficios cardiovasculares, ayudando a reducir los niveles de colesterol.
Su consumo regular, mejora la producción de colágeno, la salud de la piel, la ósea y la función cardiovascular. Además, posee propiedades antiinflamatorias.