
Las sardinas en lata son una fuente popular de nutrientes esenciales y ácidos grasos omega-3, pero surgen preguntas sobre su salud debido a su contenido de sodio y a los posibles efectos del enlatado en la calidad nutricional del pescado.
Las sardinas son ricas en proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales. Los ácidos grasos omega-3, en particular el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), se han asociado con la salud del corazón, la función cerebral y la reducción de la inflamación.
Una preocupación común con las sardinas en lata es su contenido de sodio, especialmente en aquellas enlatadas en salmuera o en aceite. El sodio en exceso está relacionado con la presión arterial alta y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, algunas marcas ofrecen opciones bajas en sodio o enlatadas en agua, lo que puede reducir este problema.
El proceso de enlatado puede afectar la calidad nutricional del pescado, especialmente en términos de contenido de omega-3 y otros nutrientes sensibles al calor y la oxidación. Sin embargo, investigaciones sugieren que las sardinas enlatadas conservan la mayoría de sus nutrientes, incluidos los ácidos grasos omega-3, lo que las convierte en una opción nutricionalmente beneficiosa.
A diferencia de peces más grandes, las sardinas tienen niveles bajos de mercurio y otros contaminantes ambientales, lo que las hace una opción segura para el consumo..