
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada que nuestro cuerpo no produce y son necesario obtenerlos a través de la alimentación, siendo los pescados una de las mejores fuentes, además de algunos vegetales. El omega-3 fortalece las neuronas, ayuda a mantener el corazón sano y protege contra un accidente cerebrovascular.
Este es bueno para el corazón y los vasos sanguíneos debido a que reducen los triglicéridos (un tipo de grasa en la sangre), reducen el riesgo de desarrollar arritmias (latidos cardíacos irregulares), reducen la acumulación de placa, que es una sustancia formada por grasa, colesterol y calcio que al endurecerse puede bloquear las arterias y por último, el omega-3 disminuye la presión arterial.
Es un seguro cardiovascular debido a que al ser un ácido poliinsaturado favorece a que los niveles de colesterol sean bajos y así no se acumulen en las arterias y no se produzca la aterosclerosis.
Alimentos ricos en omega-3
Para asegurarnos omega-3 en nuestro organismo es recomendable comer pescado azul, que cada vez se consume menos a pesar de estar integrado en la dieta mediterránea. La subida de los precios ha hecho mella en este tipo de productos. Algunos de los que más ácidos grasos tienen son las sardinas, el atún, los boquerones, las anchoas, la caballa y el salmón.
Además, el omega-3 se puede obtener de algunos vegetales como las semillas de linaza molidas y aceite de linaza, nueces, semillas de chía, aceite de canola y de soja, soja y tofu. Se pueden tomar suplementos de omega-3 que te recomiende un médico.