
Es normal que se tengan dudas sobre estas dos bebidas ya que no hay diferencias entre el champán y el cava en lo que se refiere a su elaboración. Los dos vinos son espumosos y se hacen con el método tradicional de fermentación en botella. Esta forma de hacerlo nació de los franceses y es conocido como Methode Champenoise.
Clima y zona
Aun así, hay diferencias entre ambos. La primera tiene que ver con el clima y la zona, ya que el cava se empezó a cultivar en la zona del Penedès, en Cataluña, un clima mediterráneo con inviernos suaves y veranos cálidos.
El champán, por su parte, crece en un clima menos moderado, un clima continental con influencia atlántica, con mayor diferencia térmica, en la zona francesa de la que toma su nombre: la Champagne.
Tipo de uva
Otra diferencia es el tipo de uva. El cava utiliza la uva Parellada, Macabeo y Xarel·lo, aunque se permiten usar otras variedades. El champán se elabora con la Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier.
Crianza
La crianza es distinta. El cava se clasifica según el tiempo de crianza. Para establecer la Denominación de Origen: Cava de Guarda (mínimo 9 meses), y Cava de Guarda Superior que se divide en tres: Reserva (más de 18 meses), Gran Reserva (más de 30 meses) y Cavas de Paraje Calificado (más de 36 meses).
El champán debe mínimo haber pasado 15 meses entre el tiraje y la expedición, 12 obligatoriamente sobre lías. De dos a tres años en cosechas sin añada, y entre cuatro y 10 años para la mayoría del champán con añada.
Viendo estas diferencias, hay que destacar que los dos vinos son espumosos de alta calidad, delicados y burbujeantes.
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