
Rovi ha presentado sus cuentas correspondientes a los seis primeros meses del año. La farmacéutica madrileña ganó 39,7 millones de euros, un 10,3% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior (44,3 millones). Además, registró un ebitda (resultado bruto de explotación) de 65,6 millones, un 6,1% menos, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Rovi ingresó 314,6 millones hasta junio. En concreto, un 4,4% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior (329,3 millones). La empresa experimentó una disminución del 35% de la facturación de su rama de fabricación a terceros hasta alcanzar 77,2 millones frente a los 118,9 millones del año anterior, según consta en el informe financiero. La compañía achaca esta caída a las actividades para preparar la planta para la producción de la vacuna de Moderna, menores ingresos relativos al acuerdo con el laboratorio estadounidense y una menor facturación procedente de clientes por el cierre de la planta de Madrid.

La facturación del área de especialidades farmacéuticas (heparinas) facturó 237,4 millones, un 12,7% más en comparación con el año anterior (210,5 millones). Si se examina por producto, Okedi, la apuesta estrella de Rovi, protagonizó el mayor crecimiento en ventas. En concreto, un 115% más, pasando de 12,5 millones a 26,9 millones. Neparvis – tratamiento de Novartis sobre el que Rovi tiene los derechos de comercialización desde 2016 – registró unas ventas de 27,7 millones, un 11% más.
También el biosimilar de enoxaparina aumentó su facturación. Pasó de 69,8 millones a 79,8 millones, un 14% mas. Esta terapia está aprobada en 26 países de Europa y 33 regiones en el resto del mundo. De hecho, Rovi comercializa directamente este tratamiento en Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Austria, Portugal y España.
En la otra cara de la moneda, Orvatez (producto de Astellas que la firma madrileña vende en España) fue el tratamiento que experimentó una mayor caída en ventas. Concretamente, un 46% menos, pasando de 13 millones en el primer semestre de 2024 a 7,1 millones hasta junio de 2025. De igual importancia, Volutsa ingresó 4,5 millones, un 4% menos.
Cabe subrayar que más de la mitad de los ingresos de Rovi proceden de fuera de España. En concreto, un 55,1%. Paralelamente, el 44,9% provienen de territorio nacional.
Respecto al área de Investigación y Desarrollo (I+D), el laboratorio madrileño de enero a junio invirtió 16,8 millones, un 38% más en comparación con el mismo periodo de 2024 en el que dirigió 12,2 millones. Los gastos están vinculados a la finalización de los ensayos clínicos de fase I de Letrozol y Risperidona trimestral. También a la preparación para el desarrollo del estudio en fase III de Letrozol.
Cabe mencionar que el pasado 9 de julio Rovi recibió una ayuda de 36,5 millones del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI). Esta va dirigida al proyecto Laisolid, que se enmarca en el periodo comprendido entre enero de 2023 y agosto de 2026. La compañía prevé cobrar la subvención en el tercer trimestre del presente año.
La firma registró una deuda de 129,3 millones en el primer semestre frente a a los 114,4 millones con los que cerró 2024. Paralelamente, poseía un capex de 20,8 millones.
Para el ejercicio 2025, Rovi prevé que los ingresos disminuyan en la banda media de la primera decena (entre 0% y 10%) respecto a 2024. Asimismo, sus principales palancas de crecimiento serán: por un lado, en el área de especialidades farmacéuticas, el aterrizaje y venta de Risperidona en nuevos países, la obtención de nuevas licencias de distribución de productos e innovadoras soluciones de diagnóstico basadas en inteligencia artificial (IA). Por otro lado, en la división de fabricación a terceros, influirá el acuerdo con Moderna, la producción de nuevos formatos y el aumento de la capacidad de las plantas.