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Una investigación demuestra que tener perro o gato puede ayudar a preservar la memoria y la agilidad mental con el paso de los años

Una mujer con un perro | Alamy

En buena parte del mundo, los animales de compañía por excelencia son los perros y los gatos, y tenerlos en casa suele ser sinónimo de felicidad y afecto. Pero más allá del apoyo emocional que estas mascotas brindan a sus dueños, tienen un efecto positivo en la salud cerebral de las personas mayores.

Así lo ha demostrado un estudio elaborado por un equipo de investigadores de varias universidades europeas en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación Médica y de Salud de Francia. Tras analizar los datos de 7.945 personas mayores de 50 años, los resultados publicados en la revista científica Scientific Reports indican que las personas que tienen perro o gato muestran un menor envejecimiento en funciones cognitivas.

En profundidad

Durante el estudio utilizaron datos del SHARE (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe), que es una de las encuestas sobre envejecimiento más importantes de Europa, y compararon el comportamiento de personas que vivían con perros o gatos con personas que no tenían mascotas. Los investigadores realizaron un seguimiento de ocho años a los participantes, centrándose en la evolución de sus capacidades mentales.

De hecho, prestaron especial atención a tres indicadores tempranos de deterioro cognitivo y envejecimiento cerebral: la fluidez verbal, la memoria verbal inmediata, que consiste en recordar una lista de palabras justo después de escucharlas, y la memoria verbal diferida, que es recordar las palabras unos minutos más tarde.

Los resultados más relevantes demuestran que las personas con perros y gatos mostraban un menor deterioro con el paso del tiempo en su fluidez verbal y la memoria inmediata. En el caso de la memoria diferida, también había indicios de que se conserva mejor, pero los efectos no son tan claros. Además, esta ayuda en la capacidad de preservar la memoria afecta especialmente a personas mayores que viven solas.

A tener en cuenta

Los científicos no detectaron diferencias entre tener perro o gato, que proporcionan un beneficio similar. Eso sí, los dueños de otras mascotas como aves o peces no mostraron un vínculo significativo con un deterioro cognitivo más lento. En este sentido, la investigadora principal Adriana Rostekova comentó que "la corta vida de un pez o ave puede limitar el nivel de conexión emocional que se puede desarrollar con el pez mascota".

También se podría deber a que los perros y los gatos implican una excitación emocional más intensa. Al mismo tiempo son más difíciles de predecir, lo que según los expertos podría estar relacionado con una mayor activación del córtex prefrontal.

La explicación

Aunque todavía es un campo desconocido, los investigadores sugieren que estos resultados se podrían deber a varios factores como la mayor actividad física al salir de casa con los animales o jugar con ellos. También podrían influir a mayor interacción social al hablar con otras personas al pasearlos, y la estabilidad emocional que aporta su compañía, que al mismo tiempo reduce el estrés y la soledad.

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