
Según la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) la celiaquía es "un desorden sistémico con base inmunológica causado por la ingesta de gluten en personas con predisposición genética", lo que impide a las personas que la padecen comer productos con gluten. Se trata de una enfermedad cuyo tratamiento se limita a una dieta exenta de gluten, sin embargo, se trata de una enfermedad prácticamente de lujo, puesto que los celiacos gastan casi 1.000 euros más al año haciendo la compra, y sin ayudar económicas por parte de las administraciones.
Así lo indica el informe de precios de productos específicos para personas celiacas de 2025 redactado por la Asociación de Celiacos y Sensibles al Gluten, donde se indica que "una familia con al menos un miembro celiaco cuya dieta que incluya principalmente en productos específicos sin gluten afrontará un incremento en el coste de su cesta de la compra de aproximadamente 20,79 euros semanales, lo que se traduce en un sobregasto de 83,15 euros al mes y 997,85 euros al año, en comparación con el gasto promedio de la población general".
Los productos que presentan una mayor variación de precio en relación a su homólogo con gluten son el pan de barra (ya que con gluten sale a 0,25 los 100 gramos y sin gluten a 1,27), las magdalenas (0.34 euros frente a 1,61) y el pan rallado (0,16 con gluten y 0,67 sin gluten).
La diferencia de precios "se justifica por los factores inherentes a la producción sin gluten: materias primas más costosas, la necesidad de evitar el riesgo de contacto cruzado que implica procesos de fabricación y controles de calidad más rigurosos, y posiblemente menores economías de escala en comparación con la producción de alimentos convencional".
Sin ayudas económicas
Asimismo, la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) denunciaba el pasado 16 de mayo, con motivo del Día de la Celiaquía, que en España no existen ayudas estatales específicas para los celiacos, por lo que se ven obligados a asumir los sobrecostes de su dieta de su bolsillo.
En otros países como Francia, Portugal, Italia o Bélgica sí se dan ayudas por parte de las administraciones para sufragar los gastos extras asociados a la enfermedad, puesto que no tienen alternativo, ya que no existe ningún medicamento que les permita consumir productos con gluten.
"Ante la ausencia de ayudas económicas específicas a nivel nacional, desde FACE se reitera la urgencia de que el ejecutivo tome medidas concretas para mitigar el impacto financiero y garantizar la equidad en el acceso a la salud para el colectivo celiaco", sentencia el informe.