
Hay un gesto que se realiza en la mayoría de casas españolas, mientras que en la mayoría de países sería impensable, y que introduce en nuestros hogares un 96% más de bacterias, y es usar el calzado de la calle dentro de casa. Mientras que en muchos países se quitan los zapatos en la puerta, en España es común no cambiarse y caminar con ellos por todo el domicilio, introduciendo gérmenes de la calle.
Según un estudio de la Universidad de Arizona, el 96% de los zapatos dio positivo en bacterias coliformes, o lo que es lo mismo, materia fecal; y el 27% contenía E. coli, una bacteria relacionada con diversas infecciones potencialmente mortales.
Según indica BBC, mientras que algunas cepas de E. coli son inofensivas, otras producen shigatoxinas, que pueden causar diarrea sanguinolenta y provocar síndrome urémico hemolítico. Se pone el foco en los pequeños de la casa, puesto que tienden a llevarse las manos a la boca, pudiendo producirse efectos muy perjudiciales en su cuerpo.
Además, caminar con calzado de calle en casa también introduce sustancias químicas, alérgenos, plomo (presente en el polvo), partículas de asfalto y carreteras, y un largo etcétera.
En definitiva, usar zapatos de la calle en casa no tiene ninguna ventaja, puesto que además de introducir todo tipo de bacterias y gérmenes, también contribuye a que se ensucie más rápidamente, por lo que se recomienda seguir el ejemplo de países vecinos y retirarlos nada más llegar a nuestras viviendas.