
Nos enfrentamos a la primera generación de niños que van a crecer rodeados de pantallas: de la televisión (que ya varias generaciones crecieron con ella), smartphones, tablets y un largo etcétera. Sin embargo, desde hace poco tiempo se ha demostrado que el tiempo prolongado frente a dispositivos electrónicos produce problemas cognitivos y en el desarrollo de los más pequeños de la casa, por lo que se han establecido tiempos máximos en función de la edad para no interferir en su desarrollo.
Así pues, los expertos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria afirman que para aquellos niños entre 0 y 2 años, lo recomendable es que estén expuestos el menor tiempo posible antes las pantallas. A ser posible, se pide que el tiempo se reduzca a 0, siendo preferible que hagan uso de juguetes tradicionales para entretenerse.
Respecto a niños más mayores, entre los 2 y los 4 años aproximadamente, se recomienda que el tiempo quede limitado entre media hora y un máximo de 1 hora diaria.
Después, entre los 6 y los 17 años, la recomendación para asegurar un desarrollo normal es de una exposición máxima de 2 horas al día frente a pantallas o dispositivos electrónicos.
Además de los problemas cognitivos que se pueden dar por el uso excesivo de pantallas, también acarrean problemas de salud asociados al sedentarismo producido por pasar varias horas sentados o tumbados frente a dichos dispositivos electrónicos, problemática que desde las administraciones sanitarias se quiere erradicar.