
Una alimentación equilibrada es básica para tener buena salud y, aunque algunas personas eviten ciertos alimentos en base a sus objetivos, no se debe descuidar. Uno de los tres macronutrientes más importantes, que muchas veces se evita y es básico para simplemente subsistir, es la proteína. Esta es fundamental para huesos, músculos, sangre, conversión de los alimentos en energía e incluso regular la temperatura corporal. Vamos, que para todo.
"Las necesitas para hacer los ladrillos y la argamasa del cuerpo, incluidos los músculos, los huesos y la sangre. Pero, ¿cuánta proteína necesita el hombre promedio para mantenerse saludable?", indica un estudio de la Universidad de Harvard.
La ingesta diaria que se recomienda, si bien varía entre hombres y mujeres, si estos hacen más o menos ejercicio, suele estar en unos 0,8 a 1,5 gramos por cada kilo de peso al día.
Las dietas ricas en proteínas, aunque muchos piensen que son solo para conseguir un cuerpo voluminoso, lo cierto es que ayudan a mantener un peso saludable y cuidar los músculos del paso del tiempo. Es por ello que reducir la cantidad de proteínas por debajo de lo recomendado puede tener consecuencias nefastas para la salud en el organismo.
"Lo primero que hará el organismo si no ingiere la cantidad necesaria de proteínas es comenzar a destruir masa muscular para conseguir los aminoácidos que necesita para reparar el cuerpo", explica Carmen Solís, dietista-nutricionista.
"Aunque pueda sonar ilógico, consumir más proteínas es vital para poder perder peso. La razón se esconde en el tejido muscular, cuyo mantenimiento es el gasto calórico más grande del cuerpo. Si se consume masa muscular y esta merma, hay un menor gasto calórico, el metabolismo se ralentiza y se empieza a ganar peso", señala Solís.
Uno de los rasgos que indica una falta de proteína puede ser que te cueste bajar de peso: "Los pacientes acuden a mí todo el tiempo para preguntarme si más proteína les ayudará a perder peso", indica Kathy McManus, directora del Departamento de Nutrición de Harvard. Sin embargo, no es el único gran síntoma.
Fatiga y fragilidad de pelo y uñas
Al consumir menos proteínas, las enzimas responsables de la conversión de los alimentos en energías reducen su producción, por lo que los procesos metabólicos resultantes pueden dar lugar a problemas de salud como la anemia, vinculada a una sensación de fatiga constante.
Sumado a esto, el pelo y las uñas pueden verse afectadas tanto en su crecimiento como en su grosor. La queratina y el colágeno, de lo que están compuestas estas partes, se forman a partir de proteína.
Hinchazón y cambios de humor
La deficiencia de proteínas en la dieta puede tener un impacto significativo en el estado de ánimo, ya que los neurotransmisores del cerebro dependen de los aminoácidos, sus componentes básicos. Por lo que niveles insuficientes de proteínas pueden alterar la producción de hormonas como la serotonina y la dopamina, lo que puede provocar cambios emocionales, aumentando el riesgo de depresión, irritabilidad o agresividad.
Otro síntoma común de la falta de proteínas es la retención de líquidos, que se manifiesta en forma de hinchazón o edema, especialmente en las piernas, el abdomen, las manos y los pies. Esto sucede porque la albúmina, una proteína presente en la sangre, desempeña un papel clave en el equilibrio de líquidos en el organismo, y su déficit favorece su acumulación en los tejidos.