Salud Bienestar

La señal para detectar un ictus a tiempo: "No encontrar las palabras adecuadas puede ser un síntoma"

Ilustración 3D de una accidente cerebrovascular. Firma. iStock

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se obstruye o reduce. Si se detiene por más de pocos segundos, produce que el tejido del órgano reciba oxígeno y nutrientes y las neuronas cerebrales se vayan muriendo en minutos.

Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares, el isquémico y el hemorrágico. El primero sucede cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre, mientras que el hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe.

Se trata de una emergencia médica que debe tratarse de inmediato ya que obtener atención médica de emergencia rápida puede reducir el daño en el cerebro.

Síntomas de un accidente cerebrovascular

  • Dificultad para hablar y entender lo que otros dicen. Las personas que lo padecen pueden sentir confusión, arrastrar palabras y no entender el habla.
  • Debilidad, entumecimiento, parálisis en la cara, del brazo o la pierna. En general solo afecta a un lado del cuerpo. Puede ser que al intentar levantar un brazo se le empiece a caer o que un lado de la boca se le caiga al sonreír.
  • Problema para ver en uno o ambos ojos. Dolor de cabeza repentino e intenso. Este dolor puede llevar a tener vómitos o mareos.
  • Problemas para andar. Puede tropezar o perder el equilibrio o tener dificultad para coordinarse.

Factores de riesgo de padecer un accidente cerebrovascular

  • Presión arterial alta.
  • Frecuencia cardíaca irregular.
  • Diabetes.
  • Antecedentes familiares de la enfermedad.
  • Ser hombre.
  • Colesterol alto.
  • Aumento de la edad, especialmente después de los 55 años.
  • Obesidad.
  • Historial de accidentes cerebrovasculares previos o accidentes isquémicos transitorios.
  • Personas que tienen una enfermedad cardíaca o mala circulación en las piernas causada por estrechamiento de las arterias.
  • Estilo de vida malsano tales como el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, consumo de drogas, una dieta rica en grasa y falta de ejercicio.
  • Personas que tienen una tendencia hereditaria a desarrollar coágulos sanguíneos.
  • Mujeres que toman píldoras anticonceptivas (especialmente las que fuman y son mayores de 35 años).
  • Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo durante el embarazo.
  • Mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal.
WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky