
El sarro se forma cuando la placa bacteriana se endurece. La placa es una capa pegajosa que se acumula sobre los dientes, compuesta por bacterias, saliva, restos de comida y células muertas. Este fenómeno ocurre en todas las personas. Si la placa no se elimina con el cepillado, después de aproximadamente 72 horas comienza a endurecerse y se convierte en sarro al entrar en contacto con las sales minerales presentes en la boca.
Por lo tanto, el sarro es el resultado del endurecimiento de la placa bacteriana no eliminada, creando una capa blanquecina o amarillenta en la base de los dientes, especialmente en los dientes inferiores frontales en el lado de la lengua y en los molares superiores en el lado de la mejilla.
A diferencia de la placa, el sarro no puede eliminarse solo con el cepillado y requiere la intervención de un dentista o higienista dental. Aunque la mejor opción es acudir a un profesional, existen algunas alternativas naturales para eliminarlo. Una de ellas es el vinagre de manzana.
Este remedio natural es ácido y puede ayudar a romper los depósitos de los dientes, ayudando a eliminarlos fácilmente. Solo hay que mezclar partes iguales de vinagre de manzana y agua en taza, y luego utilizarlo como enjuague bucal durante dos minutos al día.
Cabe recordar que no se debe tragar esta mezcla y que se debe tener cuidado en que estos remedios daños puedan dañar el esmalte dental. Esta recomendación para eliminar el sarro será efectiva si va acompañada de una higiene dental completa de forma regular.