
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Las personas lo toman principalmente para activarse gracias a su cafeína, necesitando sus efectos para rendir en su día a día. La cafeína del café activa unas células que provocan que la glándula pituitaria sitúe al cuerpo en una situación de alerta, generando adrenalina para sentirse más activo y mejorando las capacidades mentales.
Su consumo también puede conllevar a algunas desventajas. Una de las más escuchadas es acerca de los dientes y la aparición de manchas en ellos. Esto se debe a los compuestos ácidos y cromógenos que están presentes en el café. Estos pigmentos oscuros se pueden pegar a la superficie del esmalte dental y dejar manchas visibles.
Esta bebida puede causar mal aliento y su efecto deshidratante reduce la producción de saliva en la boca. La saliva tiene contribuye a la limpieza natural de la boca, neutralizando los ácidos producidos por las bacterias orales. Cuando hay menos saliva, las bacterias pueden multiplicarse, lo que genera mal aliento. El olor característico del café se adhiere a la boca después de tomarlo.
Cuando se le añade azúcar y leche es peor para los dientes debido a que las bacterias se alimentan de las bacterias de la boca. Los lácteos dejan residuos que ayudan al mal aliento.
Cómo evitar que salgan manchas en los dientes por el café
Para evitar estos efectos, los dentistas recomiendan:
- Lavarse los dientes después de tomar café. Para reducir las manchas y el mal aliento, cepillarse es muy útil. Con ello se consigue eliminar los residuos de pigmento y disminuir la placa en la boca. Otro consejo es esperar al menos 30 minutos antes de lavarse los dientes porque el café puede ablandar el esmalte por su acidez y al cepillarlo se podría erosionar.
- Beber café sin azúcar. Tomarlo solo, sin azúcar o sin leche puede ayudar a reducir el riesgo de manchas y mal aliento. El azúcar alimenta a las bacterias que producen ácidos y compuestos responsables del mal olor.
- Reducir el café. Es la opción más obvia pero la más efectiva. Se puede reducir o reemplazar por otras bebidas no pigmentadas y así preservar el color natural de los dientes y el mal aliento.