Sonarse la nariz en época de resfriados y alergias es un gesto muy común para aliviar la congestión nasal. Cuando nos resfriamos o tenemos la nariz tapada, pasamos la mayor parte del tiempo sonándonos la nariz para volver a respirar con claridad.
A veces, se cometen errores que pueden tener consecuencias para la salud nasal y general. Según un estudio del año 2000, los que nos sonamos la nariz a la fuerza podemos empeorar los síntomas del resfriado, ya que estamos expulsando mucosidad al organismo.
Si no se hace correctamente, podemos introducir bacterias más profundamente en las vías respiratorias, aumentando el riesgo de infecciones. Cabe destacar que la sensación de congestión no proviene de los mocos, sino de la inflamación de los vasos sanguíneos de la nariz, y al sonarnos, aumenta esa inflamación, por lo que no hay que hacerlo bruscamente.
Riesgos de sonarse mal la nariz
Aunque puede ser poco frecuente, sonarse la nariz a la fuerza puede romper el tímpano debido a la presión repentina y al líquido que viaja a través de la trompa de Eustaquio, que conecta la nariz y el oído. Si el revestimiento mucoso se inflama o reseca, los vasos sanguíneos de la nariz pueden estallar al sonarse, lo que provocará hemorragias nasales.
Sonarse constantemente puede causar fricción e irritar la zona nasal, creando cortes que pueden estar expuestos a bacterias y provocar una infección llamada vestibulitis nasal. También se han dado algunos casos de personas que se han sonado la nariz con tanta fuerza que se han provocado una fractura orbital, con hinchazón del ojo y visión afectada.
Sonarse la nariz a la fuerza también puede exacerbar los síntomas de dolor de cabeza a los que se expondría de todos modos alguien que tiene gripe o un resfriado.
Cómo sonarse la nariz correctamente
Los expertos recomiendan sonarse suavemente la nariz mediante una técnica en la que se coloca un dedo en la fosa nasal opuesta y se sopla con poca fuerza.
También se puede descongestionar la nariz con descongestionantes nasales o irrigación salina, que elimina la mucosidad y las bacterias. Usar pañuelos suaves y desechables para no irritar la piel alrededor de la nariz y lavarse las manos antes y después de sonarse.