
Han descubierto cómo es el mecanismo que permite a nuestro cerebro añadir nueva información y formar recuerdos. El aprendizaje se produce por la formación continua de nuevos patrones de conectividad entre células engramas específicas de diferentes regiones del cerebro. Lo han descubierto unos neurocientíficos del Trinity College de Dublín.
Nuestro cerebro no para de cambiar por lo que aprendemos de manera constante. Cuando estamos por la calle o interactuamos con otras personas, el cerebro coge nueva información y crea nuevos recuerdos. Esto se debe a que es un órgano compuesto por redes dinámicas de células que siempre están cambiando por el crecimiento, envejecimiento, degeneración, regeneración, el ruido cotidiano y el aprendizaje.
Los científicos quieren hallar "la diferencia que marca la diferencia" para crear un recuerdo, el cambio en el cerebro que almacena un recuerdo que se llama "engrama" y que retiene la información para su uso posterior. Este estudio busca entender cómo la información puede almacenarse en forma de engramas en el cerebro.
Clara Ortega-de San Luis, investigadora postdoctoral del laboratorio Ryan y autora principal del artículo, asegura que "las células engramadas de la memoria son grupos de células cerebrales que, activadas por experiencias específicas, cambian para incorporar y mantener así información en nuestro cerebro".
La experta explica: "La reactivación de estos 'bloques de construcción' de los recuerdos desencadena el recuerdo de las experiencias específicas asociadas a ellos. La pregunta es: ¿cómo almacenan los engramas información significativa sobre el mundo?".
Para estudiar cómo se forma un recuerdo en el cerebro, los investigadores estudiaron un paradigma en el que los animales aprendía a identificar diferentes contextos y entablar asociaciones entre ellos. Con técnicas genéticas los investigadores dividieron dos poblaciones diferentes de células engramas en el cerebro para dos recuerdos distintos. Luego se investigó cómo el aprendizaje se manifestaba en la creación de nuevas conexiones entre esas células engramas.
Viendo la actividad de las células cerebrales, se demostró que esas nuevas conexiones eran necesarias para el aprendizaje. Se vio un mecanismo molecular mediado por una proteína específica que estaba en la sinapsis que interviene en la regulación de la conectividad entre las células engramas.
"En lugar de buscar información dentro de las células, deberíamos buscar información entre las células"
En conclusión, con este estudio se añaden pruebas de que los cambios en la conectividad del cableado sináptico entre células engramas son un mecanismo probable de almacenamiento de la memoria en el cerebro.
El doctor Ryan, profesor del Trinity College, señala que "comprender los mecanismos celulares que permiten el aprendizaje nos ayuda a entender no sólo cómo formamos nuevos recuerdos o modificamos los preexistentes, sino también a avanzar en nuestro conocimiento para desentrañar cómo funciona el cerebro y los mecanismos necesarios para que procese pensamientos e información".
"En la neurociencia del siglo XXI, a muchos nos gusta pensar que los recuerdos se almacenan en células engramas, o en sus subcomponentes. Este estudio sostiene que, en lugar de buscar información dentro de las células o en ellas, deberíamos buscar información entre las células, y que el aprendizaje puede funcionar alterando el diagrama de cableado del cerebro: menos como un ordenador y más como una escultura en desarrollo", apunta el doctor Ryan. Y concluye: "En otras palabras, el engrama no está en la célula; la célula está en el engrama".
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