
El actual número 2 del tenis mundial según el Ranking ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), Novak Djokovic, tiene acostumbrados a los amantes de este deporte a sus ya habituales salidas de tono y gestos bastos. Y ayer, durante la final del Masters de Cincinnati ante el español Carlos Alcaraz, el serbio volvió a dejar una imagen para el recuerdo en el ámbito extradeportivo.
Antes de que finalizase el primer set, durante un descanso, la retransmisión se centró en Djokovic por una serie de gestos poco discretos. Trataba mediante aspavientos de pedir algo a uno de sus ayudantes, pero el receptor no comprendía lo que el tenista serbio le reclamaba. Tras varios intentos, la desesperación se apoderó de Djokovic, se hartó y gritó: "¡Creatina!"
¡¡¡Estefaníaaaaaa!!!
— Tenis en Movistar Plus+ (@MovistarTenis) 20 de agosto de 2023
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El grito de Nole no solo se escuchó en toda la pista central, sino que su eco llegó a las redes sociales, donde se viralizó y se compartió durante horas. Y aunque para los deportistas sea frecuente y cotidiano, es pertinente preguntarse qué es la creatina.
Qué es la creatina
La creatina es una sustancia química (un ácido orgánico nitrogenado) que se encuentra de manera natural en los músculos y células nerviosas, y cuyo objetivo consiste en aportar energía a los músculos. Ojo, es importante no confundir la creatina (objeto de este texto) con la queratina, una proteína fibrosa de la que se componen órganos, como el pelo y las uñas.
Según explican desde Nutriendo, un portal de información avalado por la Academia Española de Nutrición y Dietética, es un compuesto que nuestro cuerpo sintetiza tanto en el hígado, como en el páncreas y en los riñones a partir de aminoácidos precursores. Una vez sintetizada, viaja por la sangre y se almacena en las células musculares, o bien en forma de fosfato de creatina o bien en forma de creatina libre.
"Este fosfato de creatina sintetiza ATP (adenosin trifosfato), que es una fuente de energía inmediata que el músculo utiliza para realizar esfuerzos cortos e intensos –que duran entre 5 y 30 segundos–", explica al mismo portal Raúl López-Grueso, dietista-nutricionista y coordinador del Grupo de Especialización de Nutrición y Dietética para la Actividad Física y el Deporte de la Academia. De forma simplificada, es una especie de batería de reserva a la que el músculo puede acceder cuando se necesita un gran esfuerzo inmediato.
A pesar de que nuestro cuerpo genera creatina de forma natural, también se puede ingerir como suplemento; algo que, generalmente, es interesante para mejorar el rendimiento deportivo.
"Lo normal no es ir pegando acelerones por la vida, ni subiendo y bajando pesos. Por eso es más habitual entre los deportistas que sí tienen esos cambios de intensidad, como futbolistas, velocistas, entrenamiento de fuerza, HIIT (Hign Intensity Interval Training: entrenamiento de intervalos de alta intensidad) e incluso de resistencia", matiza López-Grueso. De ahí que el tenista serbio pidiese a sus ayudantes un aporte de esta sustancia.
Más allá de su uso enfocado en el deporte, también tiene otras aplicaciones. Puede ayudar a recuperar masa muscular, especialmente entre las personas de elevada edad, y puede agilizar algunas funciones cognitivas, entre otros. Además, en los últimos años se ha popularizado entre quienes desean aumentar su masa muscular por un mero deseo estético.
No obstante, su consumo no está exento de riesgos, sobre todo si se hace de forma descontrolada y en cantidades excesivas. Aunque sus posibles efectos adversos no son graves, puede llegar a generar deshidratación, malestar estomacal o calambres musculares.
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