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Andrea Jiménez (fisioterapeuta) explica los ejercicios que hay que hacer para prevenir los juanetes: "Es hereditario, por eso desde los 45 ya está empezando"

Fuente: iStock

Uno de los problemas más frecuentes derivado de la utilización de calzado muy cerrado y apretado —entre otras causas— es el desarrollo de los temidos hallux valgus o juanetes. Se trata de una deformidad que aparece cuando el dedo gordo del pie comienza a desviarse hacia el segundo dedo, generando un bulto en la zona de la articulación.

Por este motivo, la fisioterapeuta Andrea Jiménez advierte en uno de sus últimos vídeos en redes sociales de la importancia de llevar a cabo una serie de ejercicios con el fin de prevenir el desarrollo del juanete. "Mi madre hace mucho me dijo: 'Andrea, parece que está doliendo la zona de aquí, que se me está formando el juanete", cuenta la experta.

Esta alteración se desarrolla de forma progresiva y entre los síntomas está la inflamación, el dolor o la dificultad para caminar, especialmente si se trata de calzado muy estrecho. Debido a esto último, es más frecuente en mujeres y tiende a avanzar con la edad si no se toman medidas preventivas cuanto antes.

Un problema hereditario

"Tiene tendencia hereditaria y por eso ya ella desde los cuarenta y cinco, una cosa así, ya está empezando a hacer ejercicios para frenarlo, para que no vaya a más. Una vez que el juanete se está empezando a mover, está empezando a girarse este dedo gordo del pie, ya es muy difícil recuperarlo, a no ser que sea por una operación, pero sí que podemos frenarlo con ejercicios", indica esta fisioterapeuta.

Entre los ejercicios destaca los de flexibilización, poniéndonos una goma en los pies y tirando. También está el uso de los separadores, que son ejercicios pasivos, aunque Jiménez advierte que "hay mucha controversia con ellos". "Podemos subir de puntillas, hacer talones, hacer ejercicio de arrastrar los dedos… Ejercicio para frenar, pero corregir y volver a recuperar este dedo va a ser bastante complicado", confiesa.

La cirugía

Si los ejercicios, los cambios en el calzado o la aplicación de frío no reduce los síntomas, la única solución posible son los tratamientos quirúrgicos que realineen los huesos y tejidos afectados. En personas muy jóvenes, como adolescentes, la cirugía solo es recomendable en casos de dolor extremos, ya que puede reaparecer si el esqueleto no ha madurado por completo.

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