La enfermedad que puedes tardar hasta 7 años en desarrollar desde que te contagias: uno de los síntomas es el miedo al agua

Los virus son microorganismos infecciosos que puede replicarse dentro de las células de otros organismos, dando lugar a una serie de síntomas dependiendo del tipo que sea. Generalmente, las molestias suelen aparecer entre un día y 14 después del contagio, dependiendo del tipo. Además, el grado de estos síntomas puede ser leve en algunos casos o más grave en otros. No obstante, existe una enfermedad cuyas señales pueden manifestarse incluso 7 años después del contagio. Este es el caso de la rabia.

De hecho, uno de los ejemplos más claros es el que le ocurrió recientemente a un hombre de 44 años que falleció hace unos días después de contraer la rabia en un viaje que hizo el pasado año a África. Esta es una enfermedad que se propaga a través de la saliva de animales que la portan, según explica el portal MedlinePlus.

Síntomas

Una de las particularidades de la rabia es que entre la infección y el desarrollo de la enfermedad pueden pasar entre 10 días y 7 años, si bien, el tiempo medio suele ser de 3 a 12 semanas. Además, otra de las curiosidades de este que es la persona puede desarrollar miedo al agua —también llamada hidrofobia—, cuya manifestación va desde la aversión hasta auténticos ataques de pánico. Otros de los síntomas son.

• Babeo.
• Dolor de cabeza.
• Convulsiones.
• Cambios en el estado de ánimo.
• Náuseas y/o vómitos.
• Fiebre.
• Entumecimiento muscular.
• Dificultad para tragar.
• Alucinaciones.

Qué es lo primero que hay que hacer

En caso de haber sido mordido por un animal que potencialmente pueda tener esta enfermedad, lo más recomendable es llamar lo antes posible a las autoridades sanitarias y reunir toda la información posible sobre dicho animal. En algunos casos, suelen extraerse muestras biológicas tanto del animal como de la persona infectada para revelar si realmente se ha producido un contagio.

El tratamiento generalmente pasa por la administración de una serie de vacunas preventivas desde el momento en el que se produce el supuesto contagio. Si bien, una vez se tiene la enfermedad, no hay forma de curarla, siendo mortal en la mayoría de los casos. No obstante, algunas personas con tratamientos experimentales han logrado curarse de la enfermedad.