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Soy cardiólogo y esto es lo que debes hacer para evitar infartos durante toda tu vida

El ataque cardíaco se produce cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón. Fuente: iStock

Un infarto es una situación de extrema gravedad que sucede a las personas cuando una parte de un órgano deja de recibir sangre y oxígeno, lo que desgraciadamente provoca la muerte de las células de esa zona. Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias).

Síntomas

Los síntomas de un ataque cardíaco varían. En ciertos individuos, estos síntomas son leves, en otros, son graves y hay varios que ni siquiera presentan síntomas. Los más habituales incluyen:

  • Dolor en el pecho que puede sentirse como presión, opresión, dolor o sensación opresiva o de dolor.
  • Dolor o molestias que se propagan al hombro, al brazo, a la espalda, al cuello, a la mandíbula, a los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
  • Fatiga.
  • Sudor frío.
  • Náusea.
  • Falta de aire.
  • Acidez estomacal o indigestión.
  • Aturdimiento o mareos repentinos.

A tener en cuenta

Aunque algunos ataques cardíacos se producen de repente, muchas personas tienen signos y síntomas de advertencia de horas, días o semanas antes. Ante este panorama, es necesario recibir tratamiento de inmediato para evitar la muerte: hay que buscar atención médica de emergencia.

Recomendaciones

Para proteger la salud del corazón, el doctor Ricardo García, un reputado cardiólogo intervencionista de Monterrey (México), ha desvelado en sus redes sociales tres medidas. En primer lugar, es recomendable hacerse un perfil avanzado de lípidos y medir tu resistencia a la insulina.

Esta información, según el experto, permite detectar problemas tempranos que podrían desencadenar el desarrollo de las placas de colesterol en las arterias. En segundo lugar, hay que abandonar el tabaco e incluir pesas en la rutina de ejercicio.

Y es que todo ello ha demostrado ser una herramienta eficaz para fortalecer el sistema cardiovascular. Por último, reducir al máximo los carbohidratos refinados de la dieta. Esto es esencial para prevenir la diabetes y la resistencia a la insulina, dos de los factores más vinculados con las enfermedades del corazón.

Por si fuera poco, ha aconsejado de manera contundente evitar alimentos como patatas fritas, galletas y refrescos. ¿El motivo? Está claro: pueden disparar estos riesgos considerablemente. Con todo ello, se puede marcar una gran diferencia en la prevención de infartos y así evitar tragedias.

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