La vacuna contra el tétanos es algo que es bastante familiar para todos nosotros pero no es conocido por la mayoría lo que realmente supone esta enfermedad. Es una afección grave del sistema nervioso generado por una bacteria productora de toxinas.
El tétanos produce contracciones musculares, destacando en la mandíbula y en los músculos del cuello. Sus complicaciones más graves pueden suponer riesgo de muerte. El problema de esta enfermedad es que no tiene cura. Para tratarlo, se debe controlar los síntomas y complicaciones para que se eliminen las toxinas del tétanos.
Las vacunas contra el tétanos están bastante generalizada en el mundo desarrollado, por eso es una enfermedad bastante controlada en estos lugares.
Causas del tétanos
La bacteria que causa el tétanos se llama Clostridium tetani y puede sobrevivir en estado latente en la tierra, en las heces de los animales, saliva o el polvo. Se vuelve inactiva hasta que encuentra un lugar para desarrollarse. Este puede ser una herida, corte profundo como cuando uno pisa un clavo o a través de una quemadura, lugares en el que las células despiertas y allí pueden crecer y liberar la toxina tetanospasmina. Esa toxina afecta a los nervios del cuerpo que controlan los músculos.
Síntomas del tétanos
Según el portal Mayo Clinic, el tiempo para que aparezcan los síntomas es de 10 días pero puede variar de tres a 21 días. Los signos del tétanos comienzan en la mandíbula y progresan hacia abajo del cuerpo. Lo síntomas del tétanos generalizado, el tipo más común, son:
- Espasmos musculares y músculos rígidos que no se pueden mover en la mandíbula.
- Tensión en los músculos alrededor de los labios que pueden crear una mueca persistente.
- Espasmos dolorosos y rigidez en los músculos del cuello.
- Dolor al tragar.
- Músculos abdominales rígidos.
Cómo evitar el tétanos
Los riesgos del tétanos y de infectarse está en personas que no están vacunadas o no llevan al día las vacunas de refuerzo de los 10 años. Las heridas o cortes, un clavo o una astilla, agujas compartidas, antecedentes de afecciones inmunopoderosas son algunos de los factores de riesgo de infección por tétanos.
La vacuna contra el tétanos puede prevenir la enfermedad, y forma parte del programa de inmunización durante la infancia. En los adultos se debe aplicar una nueva dosis o refuerzo cada 10 años. Si uno se corta o se quema, hay que buscar ayuda médica porque el cuidado inmediato en una herida puede prevenir su infección.