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Qué es el oído del nadador y por qué es más posible que me pase en verano

  • Es una infección que afecta el conducto auditivo externo
  • Suele ser causada por bacterias aunque también puede ser provocada por hongos
  • La combinación de humedad y calor crea un ambiente propicio para su aparición
Un hombre se queja de dolor en el oído tras estar nadando en la piscina.

El oído del nadador, también conocido como otitis externa, es una infección del conducto auditivo externo que conecta el oído con el exterior. Esta afección recibe su nombre común porque es más frecuente en personas que pasan mucho tiempo en el agua, especialmente durante el verano.

La combinación de humedad y calor crea un ambiente propicio para que las bacterias y hongos se multipliquen, lo que aumenta el riesgo de desarrollar esta infección.

¿Qué es el oído del nadador?

El oído del nadador es una infección que afecta el conducto auditivo externo, que es el canal que transporta el sonido desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. Esta infección suele ser causada por bacterias, aunque en algunos casos, también puede ser provocada por hongos.

El conducto auditivo externo está diseñado para ser una barrera protectora contra infecciones, gracias a la cera del oído (cerumen) que se produce de manera natural. Sin embargo, cuando esta barrera se ve comprometida, las bacterias o los hongos pueden entrar y causar una infección. Factores como la retención de humedad en el canal auditivo, pequeños rasguños o lesiones en la piel del oído y la exposición a productos químicos o agua contaminada pueden contribuir al desarrollo de esta afección.

Síntomas del oído del nadador

Los síntomas del oído del nadador pueden variar desde leves a severos, dependiendo de la extensión de la infección. A continuación, se detallan los síntomas más comunes:

  • Picazón en el oído: La picazón intensa dentro del oído es a menudo uno de los primeros signos del oído del nadador. Este síntoma puede ser muy incómodo y puede llevar a rascarse el oído, lo que puede empeorar la situación si se provoca una lesión adicional.
  • Enrojecimiento y malestar: El conducto auditivo externo puede verse enrojecido e inflamado. A medida que la infección avanza, el malestar puede intensificarse, y el simple hecho de mover la mandíbula o tocar el oído puede resultar doloroso.
  • Secreciones del oído: La infección puede provocar la aparición de secreciones acuosas o pus provenientes del oído. Estas secreciones pueden variar en color, siendo claras en algunos casos o más espesas y amarillentas en otros.
  • Sensibilidad y dolor en el oído: El dolor en el oído es un síntoma característico del oído del nadador, y puede ir desde una molestia leve hasta un dolor intenso que puede irradiar hacia la mandíbula o el cuello. Este dolor suele empeorar cuando se tira del lóbulo de la oreja o al presionar el trago (la pequeña protuberancia en la parte frontal del oído externo).
  • Sensación de oído tapado o pérdida de audición: El oído afectado puede sentirse bloqueado o lleno, y la audición puede estar temporalmente reducida debido a la inflamación o a la acumulación de secreciones en el canal auditivo.

Cómo prevenir el oído del nadador en verano

Tomar medidas preventivas puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar el oído del nadador durante el verano. A continuación, se ofrecen algunos consejos útiles:

  1. Mantener los oídos secos: Después de nadar, es importante secar bien los oídos. Además, el uso de una toalla suave puede ser útil.
  2. Usar tapones para los oídos: Los tapones para los oídos impermeables pueden ser una excelente medida preventiva para aquellos que pasan mucho tiempo en el agua. Estos tapones ayudan a mantener el agua fuera del canal auditivo y reducen el riesgo de que se desarrolle una infección.
  3. Evitar la introducción de objetos en el oído: Es fundamental evitar el uso de objetos como hisopos o los dedos para limpiar el oído. Esto no solo puede causar lesiones, sino que también puede eliminar la cera protectora que actúa como una barrera natural contra las infecciones.
  4. Secar bien los oídos después de nadar: Después de nadar, es esencial asegurarse de que no quede agua en el canal auditivo. Inclinar la cabeza de lado a lado y tirar suavemente del lóbulo de la oreja puede ayudar a drenar el agua que quede atrapada.
  5. Consultar a un médico si se presentan síntomas: Si se presentan síntomas de oído del nadador, como dolor, picazón o secreción, es importante consultar a un médico. El tratamiento oportuno puede prevenir complicaciones y aliviar el malestar.
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