Cistitis: síntomas y tratamiento de esta enfermedad más común en verano y en mujeres

Con la llegada del verano, aumentan los casos de una enfermedad común pero muchas veces subestimada: la cistitis. Esta condición afecta principalmente a las mujeres y puede causar molestias significativas si no se trata adecuadamente. A continuación explicaremos qué es la cistitis, cuáles son sus síntomas, las posibles causas, cómo se puede tratar y qué hacer si se experimentan síntomas.

¿Qué es la cistitis?

La cistitis es una inflamación de la vejiga, generalmente causada por una infección bacteriana. Es una de las formas más comunes de infección del tracto urinario (ITU) y puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque es mucho más frecuente en estas últimas debido a la estructura anatómica que facilita la entrada de bacterias en la uretra.

Síntomas de la cistitis

Los síntomas típicos de la cistitis incluyen:

• Dolor o ardor al orinar: Es uno de los síntomas más comunes y puede variar desde una sensación leve de incomodidad hasta un dolor intenso.
• Urgencia frecuente para orinar: Las personas afectadas por cistitis a menudo sienten la necesidad urgente de orinar, incluso si acaban de vaciar la vejiga.
• Orina turbia o con olor fuerte: La orina puede volverse turbia y tener un olor desagradable debido a la presencia de bacterias.
• Dolor pélvico o en la parte baja del abdomen: Algunas personas pueden experimentar dolor en la zona pélvica o abdominal.
• Sangre en la orina: En casos más severos, puede haber presencia de sangre en la orina, lo que indica una inflamación más intensa de la vejiga.

Es importante destacar que los síntomas pueden variar en intensidad dependiendo de la gravedad de la infección y la respuesta individual del paciente.

Causas de la cistitis

Las principales causas de la cistitis son:

1. Bacterias: La mayoría de los casos de cistitis son causados por la bacteria Escherichia coli (E. coli), que normalmente se encuentra en el tracto gastrointestinal pero puede migrar a la uretra y la vejiga, causando una infección.
2. Factores anatómicos: Las mujeres son más susceptibles a la cistitis debido a que tienen una uretra más corta que los hombres, lo que facilita el ingreso de bacterias a la vejiga.
3. Actividades sexuales: Las relaciones sexuales pueden aumentar el riesgo de desarrollar cistitis en mujeres debido al contacto bacteriano.
4. Uso de diafragmas u otros métodos anticonceptivos: Algunos métodos anticonceptivos pueden aumentar el riesgo de cistitis al interferir con el equilibrio bacteriano natural en la vagina.

¿Por qué es más habitual la cistitis en verano?

La cistitis es más habitual en verano por varias razones relacionadas con los hábitos y condiciones propias de esta estación:

• Mayor actividad al aire libre y ropa de baño: Durante el verano, las personas tienden a participar en más actividades al aire libre como nadar, practicar deportes acuáticos o simplemente estar más tiempo en piscinas o playas. El uso prolongado de trajes de baño húmedos y ajustados puede contribuir a la proliferación bacteriana en la zona genital y uretral, aumentando así el riesgo de infecciones del tracto urinario, incluyendo la cistitis.
• Desecación y sudoración: Las altas temperaturas del verano pueden llevar a una mayor desecación corporal y sudoración. Esto puede causar irritación en la piel y mucosas, incluyendo la uretra, lo cual puede favorecer la entrada de bacterias y aumentar el riesgo de desarrollar cistitis.
• Cambios en los hábitos de higiene: Durante las vacaciones de verano, las rutinas diarias pueden cambiar, incluyendo los hábitos de higiene. Esto podría significar una menor frecuencia en el cambio de ropa interior o trajes de baño mojados, lo cual aumenta el tiempo de exposición a ambientes propicios para el crecimiento bacteriano.
• Aumento en la actividad sexual: El verano también se asocia con un aumento en la actividad social y sexual. Las relaciones sexuales pueden introducir bacterias en la uretra y la vejiga, especialmente si no se practican medidas de higiene adecuadas antes y después del acto sexual, como orinar después de la actividad para eliminar las bacterias que puedan haber ingresado.
• Mayor consumo de bebidas azucaradas y alcohol: Durante las vacaciones y el verano, muchas personas tienden a consumir más bebidas azucaradas, refrescos y alcohol. Estas bebidas pueden irritar la vejiga y el tracto urinario, haciendo que sean más susceptibles a las infecciones.
• Menor hidratación: En algunos casos, las personas pueden no beber suficientes líquidos durante el verano, ya sea por descuido o por el consumo de bebidas diuréticas como el alcohol y la cafeína. La falta de hidratación adecuada puede concentrar la orina y facilitar el crecimiento bacteriano en la vejiga.

Tratamiento de la cistitis

El tratamiento de la cistitis generalmente implica:

• Antibióticos: Son la piedra angular del tratamiento, ya que ayudan a eliminar la infección bacteriana. Los antibióticos más comúnmente recetados incluyen trimetoprim-sulfametoxazol, nitrofurantoína, ciprofloxacino, entre otros.
• Analgésicos: Para aliviar el dolor y la incomodidad asociados con la cistitis, como el ibuprofeno o el paracetamol.
• Aumento de la ingesta de líquidos: Beber agua en cantidades suficientes puede ayudar a eliminar las bacterias del sistema urinario.
• Descanso: Es importante descansar y evitar actividades que puedan empeorar los síntomas mientras se está en tratamiento.

El tratamiento específico variará según la gravedad de los síntomas y la prescripción médica. Es crucial seguir las indicaciones del médico y completar el curso completo de antibióticos, incluso si los síntomas desaparecen antes de tiempo.

Qué hacer si tienes síntomas de cistitis

Si experimentas síntomas de cistitis, es recomendable:

1. Consultar a un médico: Un profesional de la salud podrá confirmar el diagnóstico y recetar el tratamiento adecuado.
2. Beber mucha agua: Mantenerse hidratado puede ayudar a eliminar las bacterias del sistema urinario.
3. Evitar irritantes: Reducir el consumo de alcohol, cafeína y alimentos picantes que puedan irritar la vejiga.
4. Orinar después de las relaciones sexuales: Esto puede ayudar a eliminar las bacterias que puedan haber ingresado durante la actividad sexual.
5. Usar ropa interior de algodón: Esto ayuda a mantener la zona genital seca y reduce el riesgo de proliferación bacteriana.