Salud Bienestar

Cáncer de sangre: tipos, síntomas y tratamientos

  • Afectan a las células sanguíneas, a la médula ósea y a los ganglios linfáticos
  • Algunos síntomas son comunes en todos los tipos de cánceres
  • La quimioterapia suele ser uno de los tratamientos más comunes
Un científico compara dos tipos de sangre diferentes.

Los cánceres de sangre son aquellos que afectan a las células sanguíneas, a la médula ósea y a los ganglios linfáticos. Al contar con las células cancerosas se evita que la sangre lleve a cabo las funciones normales. Estas funciones normales son las que permiten combatir infecciones y prevenir hemorragias.

¿Cuántos tipos de cáncer de sangre hay?

Cada tipo de cáncer puede contener diversos subtipos y pueden afectar a personas de cualquier edad, raza y sexo. Los tipos de cáncer de sangre pueden aparecer de manera repentina o progresar lentamente.

Los tres principales son leucemia, linfoma y mieloma:

  1. Leucemia: este cáncer es cuando los glóbulos blancos afectan a la médula ósea. Los glóbulos blancos son los encargados de proteger al cuerpo de las infecciones. Dentro de la leucemia también existen diferentes tipos, la manera en la que las células leucémicas reemplazan a las células normales son diferentes para cada uno de ellos.
  2. Linfoma: es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático. Este cáncer se produce cuando un tipo de glóbulos blancos se desarrollan anormalmente. El linfoma afecta al sistema inmune y puede aumentar el tamaño de los ganglios linfáticos en cualquier zona del cuerpo. Existen diferentes tipos de linfomas.
  3. Mieloma: es un cáncer en el cual las células plasmáticas afecta a la médula ósea. Las células con mieloma evitan la producción normal de anticuerpos y, por lo tanto, debilitan el sistema inmunológico del cuerpo.

También puede existir neoplasias mieloproliferativas. Esto sucede cuando se produce una mutación en una célula de la médula ósea.

Los tres cánceres mencionados (linfomas, leucemias y mielomas) son los más frecuentes, con una incidencia anual aproximada de 10.000, 6.000 y 3.000 casos respectivamente, según la Red Española de Registros de Cáncer.

¿Cómo se manifiesta el cáncer en la sangre?

Los síntomas del cáncer en la sangre varían de un cáncer a otro e incluso de un subtipo de cáncer en otro.

En el caso de la leucemia puede manifestarse con algunos de los siguientes síntomas:

  • Fiebre
  • Debilidad o fatiga
  • Infecciones frecuentes
  • Pérdida de peso
  • Sangrados nasales y formación de hematomas con facilidad
  • Manchas rojas en la piel
  • Dolor o sensibilidad en los huesos.

Por su parte, el linfoma puede presentar los siguientes síntomas:

  • Hinchazón de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle.
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Sudores nocturnos
  • Pérdida de peso
  • Picazón en la piel

El mieloma se presenta de la siguiente manera:

  • Dolor en los huesos
  • Fracturas de los huesos
  • Infecciones, especialmente neumonía
  • Cansancio
  • Adelgazamiento
  • Picazón
  • Mareos
  • Adormecimiento en manos y pies
  • Acumulación de líquido en las piernas

Como podemos observar, algunos síntomas son comunes en todos los cánceres, como la pérdida de peso y el cansancio o la fatiga. Pero otros pueden variar según el tipo de cáncer de sangre.

Los tres principales tipos de cáncer de sangre son leucemia, linfoma y mieloma

¿Cuánto dura el tratamiento de cáncer de sangre?

El tratamiento para tratar el cáncer de sangre varía dependiendo del tipo de cáncer que se tenga y el tamaño del tumor, por lo que puede cambiar de unas personas a otras.

La quimioterapia suele ser uno de los tratamientos más comunes para todos los tipos de cáncer. La cantidad de ciclos de quimioterapia depende del tipo y extensión del tumor que presente el paciente. Por norma general, la mayoría de quimioterapias tienen una duración de unos 3-6 meses.

En el caso de la leucemia el tratamiento total puede tardar alrededor de 2 años, ya que se hacen tres fases: inducción, consolidación y mantenimiento. En cambio, la duración total del tratamiento de linfoma puede variar entre 4 y 8 meses. En cambio, el mieloma tiene una duración de entre 3 y meses.

Por norma general, este tipo de cáncer se confirma con una analítica de sangre. Para confirmar el diagnostico se puede realizar un estudio de la médula ósea.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky