
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de leer, escribir y deletrear. Aunque no se puede prevenir completamente, hay estrategias y hábitos que pueden ayudar a minimizar su impacto. En este artículo explicamos qué es la dislexia, sus causas, y proporcionamos consejos y ejercicios para prevenir este trastorno del aprendizaje desde edades tempranas.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es más que simplemente invertir letras o tener dificultades ocasionales con la lectura. Es un trastorno neurobiológico que afecta la forma en que el cerebro procesa la información escrita y auditiva. Las personas con dislexia pueden tener dificultades para reconocer palabras, comprender el significado de lo que leen y expresarse por escrito. Es fundamental entender que la dislexia no está relacionada con la inteligencia; las personas con dislexia pueden tener un coeficiente intelectual normal o incluso superior.
Causas y factores de la dislexia
Las causas exactas de la dislexia aún no se comprenden completamente, pero según los estudios realizados se cree que se debe principalmente a factores genéticos, aunque los factores ambientales también pueden estar involucrados. Las investigaciones sugieren que la dislexia puede ser hereditaria, lo que significa que es más probable que ocurra en familias con antecedentes de este trastorno. Además, factores neurobiológicos, como anomalías en la estructura y función cerebral, también pueden contribuir a su desarrollo.
Cómo evitar la dislexia: hábitos y recomendaciones
Aunque la dislexia no se puede prevenir en su totalidad, hay hábitos y recomendaciones que pueden ayudar a minimizar sus efectos o a facilitar el aprendizaje en caso de que se presente. Aquí hay algunos consejos para padres, educadores y cuidadores:
- Detección temprana: Identificar y diagnosticar la dislexia lo antes posible es fundamental para poder intervenir y evitar mayores dificultades en el futuro. Los padres y educadores deben aprender a detectar los signos o síntomas tempranos de la dislexia, como lo son la dificultad para reconocer letras y palabras, la inversión de letras o números o la dificultad en la comprensión de instrucciones escritas.
- Fomentar la lectura desde temprana edad: La exposición regular a libros desde una edad temprana puede ayudar a desarrollar habilidades lingüísticas y promover un amor por la lectura. Leer en voz alta con los niños y discutir las historias puede fortalecer las conexiones cerebrales relacionadas con la lectura.
- Establecer rutinas y estructuras: Los niños, en especial aquellos con riesgo de dislexia, se benefician de rutinas predecibles y estructuras claras. Esto proporciona un ambiente en el que se sienten seguros y pueden anticipar lo que viene a continuación, facilitando el aprendizaje.
- Incorporar actividades multisensoriales: Utilizar diferentes sentidos durante el aprendizaje puede ser beneficioso. Por ejemplo, combinar la lectura con imágenes, sonidos y movimientos puede fortalecer las conexiones cerebrales y hacer que la información sea más accesible.
- Enseñanza sistemática y explícita: Enseñar a los niños las habilidades de la lectura de forma metódica, yendo de lo más básico a lo más complejo, es esencial. Se recomienda empezar con la identificación de letras y sonidos y seguir con la comprensión de las reglas de la escritura, el aprendizaje de vocabulario y la el desarrollo de la construcción de frases y párrafos.
- Empleo de materiales de enseñanza adaptados: Los libros con fuentes grandes y claras, los materiales de lectura con audio incorporado y la gamificación son buenas estrategias para prevenir la dislexia.
- Fomentar la práctica de la escritura: Estimular la escritura a mano puede ayudar a mejorar la coordinación mano-ojo y fortalecer las habilidades motoras finas, lo cual es crucial para el desarrollo de habilidades de lectura y escritura.
- Apoyar el desarrollo del lenguaje oral: Fomentar conversaciones regulares, utilizar un vocabulario rico y modelar un buen uso del lenguaje puede contribuir al desarrollo de habilidades lingüísticas sólidas, que son fundamentales para el éxito en la lectura y escritura.
- Fortalecer la autoestima y la confianza: Los niños con dificultades para leer a menudo se sienten faltos de confianza y con la autoestima baja. Es importante que los padres y educadores trabajen alentando y estimulando a los niños y proporcionándoles apoyo y motivación cuando lo necesiten.

Ejercicios para prevenir la dislexia
Existen varios ejercicios y actividades que pueden ayudar a fortalecer las habilidades cognitivas y lingüísticas, contribuyendo así a prevenir dificultades relacionadas con la dislexia. Algunos de estos ejercicios incluyen:
- Juegos de rimas y deletreo: Jugar con rimas y practicar el deletreo puede ayudar a desarrollar la conciencia fonológica, que es la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del habla.
- Juegos de memoria verbal: Ejercicios que involucren recordar secuencias de palabras o letras pueden ayudar a mejorar la memoria verbal, que es esencial para la lectura y la escritura.
- Actividades de seguimiento visual: Juegos que requieran seguir visualmente patrones o letras pueden fortalecer la coordinación ojo-mano y mejorar las habilidades visuales necesarias para la lectura.
Consulta a un logopeda, psicólogo o psicopedagogo
Si existe preocupación por el desarrollo del lenguaje o las habilidades de lectura de un niño, es crucial consultar a profesionales especializados. Un logopeda puede evaluar y trabajar en el desarrollo del lenguaje, mientras que un psicólogo o psicopedagogo puede proporcionar apoyo emocional y estrategias de aprendizaje adaptadas a las necesidades específicas del individuo.
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