Salud Bienestar

Remedios caseros para la tos seca y el dolor de garganta

  • La tos es un mecanismo de defensa para la vías respiratorias 
  • Con productos de casa o que se pueden comprar en el supermercado se puede aliviar estos síntomas
Mujer joven tosiendo en casa. Foto: iStock

El buen tiempo se ha quedado ya atrás y el frío y las lluvias dominarán la Península durante los próximos meses. En este cambio brusco de temperaturas suele generar resfriados o catarros que vienen acompañados de tos. Esta es un mecanismo de defensa de nuestro organismo para que las vías respiratorias y la garganta estén libres de agentes externos.

Aunque se produzcan para defender al organismo, la tos seca y la garganta irritada son síntomas incómodos que son difíciles aliviar. Se puede remediar con tratamientos recomendado por los sanitarios aunque se pueden mejorar con remedios caseros.

Hay productos que podemos tener por casa o que se pueden comprar en el supermercado que alivian la tos seca y el dolor de garganta. Uno de los alimentos que mejor viene para ello es la miel y es que sus propiedades azucaradas ayudan a la salivación y a que se hidrate la garganta. La miel se pude combinar con una infusión con jengibre y limón. La raíz de esta planta tiene propiedades antiinflamatorias naturales para tratar el resfriado. También se puede mezclar la miel con té de pimienta.

Otra opción es usar la raíz de malvavisco, que sirve para aliviar la inflamación de garganta y la tos por su alto contenido en mucílagos. El propóleo es un remedio casero que es perfecto por sus propiedades antibacterianas y la caléndula previene el dolor de garganta y la inflamación. El tomillo es otra planta que destaca por sus efectos mucolíticos y antisépticos.

Ingerir líquidos a temperatura ambiente o calientes

Para tratar la tos y los resfriados es muy recomendable mantenerse hidratado, ingiriendo líquidos se alivia la tos, la secreción nasal e incluso los estornudos. Hay otras bebidas calientes como caldos, té de hierbas, o zumos, mejoran los síntomas de inmediato.

Por último, las gárgaras con agua y sal reducen las flemas y la mucosa como la necesidad de toser. Con media cuchara de sal disuelta en una taza de agua caliente, se hace gárgaras varias veces al día. Recordar no tragar el agua.

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