
El Ministerio de Sanidad trae de vuelta la mascarilla obligatoria en los centros sanitarios y hospitales de España. Las comunidades autónomas que protagonicen una disminución de los virus respiratorios durante dos semanas podrán pasar de la obligatoriedad a la recomendación en dichos lugares , según ha afirmado la ministra de Sanidad, Mónica García. Esta medida entrará en vigor a lo largo del día de hoy y no hará falta su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Mónica García ha recurrido a una declaración de actuaciones coordinadas con el objetivo de igualar la protección frente a los virus respiratorios en el país y amparar jurídicamente a las comunidades que ya la han implantado. Esta decisión se toma en virtud del artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que regula la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública y que obliga a todas las partes incluidas en ella.
La nueva orden incluye su recomendación en farmacias y centros sociosanitarios, modificaciones en la ventilación de los centros y intensificar la comunicación de las campañas de vacunación. Por otro lado, excluye los planes de contingencia que en un primer momento quería implantar Sanidad como parte del catálogo de medidas.
El primer intento de Sanidad de implantar el uso obligatorio de la mascarilla tuvo lugar el lunes pasado. Convocó a los consejeros de Sanidad a una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Una gran parte de las comunidades autónomas dejaron clara su negativa ante esta medida y no se llegó a un acuerdo. Solo Comunidad Valenciana, Cataluña, Murcia y Aragón mostraron su intención de obligar la mascarillas antes de la reunión. Después se unieron a la lista Islas Canarias y Asturias.
Ante el resultado del encuentro, la Ministra de Sanidad, Mónica García, dejó un periodo de 48 horas para que las comunidades autónomas se pronunciasen y envíasen sus propuestas. No obstante, antes de que sonase la 'alarma' de que había acabado el tiempo, García decidió sacar su as en la manga y recurrió a esta declaración de actuaciones coordinadas, decisión que no gustó y criticaron algunas autonomías. Cabe recordar que esta fórmula ya se utilizó durante la pandemia para imponer el ocio nocturno o prohibir fumar en la calle una vez las comunidades recuperaron sus competencias al eliminar el estado de alarma.
Por otra parte, la propuesta de la 'autobaja' laboral de tres días se ha quedado en segundo plano. A pesar de que los profesionales sanitarios la ven con buenos ojos y creen que ayudaría a resolver este escenario, los sindicatos y la CEOE no. Todavía debe conseguir el apoyo del Ministerio de Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo, además del consenso de las autonomía. Además, tal y como está construida la legislación laboral actual carece de un hueco para esta propuesta. Y es que, hoy los tres días de baja laboral no los cubre la Seguridad Social y las empresas no están obligadas a cubrir la baja del asalariado, aunque es cierto que muchos convenios han mejorado y algunos cubren una parte o su totalidad, según indicaron UGT y CCOO a elEconomista.es
Un velo de virus cubre los centros sanitarios
Los últimos informes epidemiológicos publicados por el Instituto de Salud Carlos III son de la semana del 25 al 31 de diciembre de 2023. Se identificó un aumento de la incidencia de las enfermedades respiratorias agudas, pasando de los 908,6 casos por cada 100.000 habitantes a los 952,9 por cada 100.000. En concreto, un 4,6% más. Los facultativos pronostican que la incidencia alcanzará su pico más alto en la segunda mitad de enero.
El principal 'culpable' que ha provocado todo este 'caos' es la gripe A. En plena semana de Navidad, el 98,9% de los pacientes que acudieron al médico presentaban esta patología. Su cartera de síntomas incluye fiebre, tos frecuente e intensa, dolor de cabeza, congestión nasal, falta de apetito, síntomas digestivos y malestar general. También hay muchos casos de Covid 19 y a una distancia más alejada se encuentra el resto de enfermedades respiratorias como el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
La peor parte de este escenario está recayendo, además de en los pacientes, en los ambulatorios y hospitales. Reciben más demanda y ante las condiciones en las que viven ambos lugares – pérdida de recursos humanos, más pacientes por médico, aumento de las listas de espera y el cierre de algunas Urgencias Extrahospitalarias – acaban colapsados y saturados.
En los centros de salud, las consultas con el médico de familia se han incrementado entre un 30 y 40%. De hecho, siete de cada diez pacientes presentan un cuadro de virus respiratorio. Las Urgencias de los hospitales no se quedan atrás y presentan una dificultad añadida: el ingreso de los pacientes más graves. Una persona que padece Gripe A o Covid no puede compartir habitación con otros pacientes, limitando el espacio. Muchos hospitales han puesto sobre la mesa eliminar las cirugías no urgentes para ahorrar camas que ocuparían dichos pacientes tras la operación.