
Fresenius completa la venta de su hospital en la ciudad peruana de Lima. Tal y como anunció este medio antes de verano, la multinacional alemana tenía en su agenda la venta de su división en América Latina (compuesta por nueve centros, ocho en Colombia y este de Perú) y ahora ha dado el primer paso.
Fresenius ha vendido, por tanto, su participación del 70 por ciento en IDCQ CRP, una entidad copropietaria del hospital Clínica Ricardo Palma en Lima, Perú. La participación es adquirida por entidades de la familia Verme que ya tienen participación en el hospital, junto con otros inversores locales. "Esta salida del mercado hospitalario en Perú es un paso más para fortalecer la estrategia y está en línea con la intención de la compañía de desinvertir ciertos activos anunciada a principios de este año. Sujeta a revisión antimonopolio, se espera que la transacción totalmente en efectivo se cierre en el primer trimestre de 2024", explica la compañía germana.
El gigante alemán, dueño de Quirónsalud, el primer grupo de hospitales privados en España, empieza a adelgazar y a simplificar su estructura corporativa siguiendo la hoja de ruta marcada en su nuevo plan estratégico. La división latinoamericana facturó 4.441 millones de euros en 2022, con un crecimiento del 10% en ventas y de un 8% en su ebitda, hasta alcanzar los 556 millones de euros.
El movimiento se produce después de que Fresenius descartara la venta de Quirónsalud en España, entre rumores y muestras de interés del capital riesgo, y en el contexto de la reorganización societaria impulsada por el fondo activista Elliott tras el desembarco en su capital. El año pasado, KKR y CVC tantearon a Fresenius para comprar el negocio del gigante alemán en España y Latinoamérica, valorado, según fuentes del mercado, en hasta 7.000 millones de euros.
El nuevo consejero delegado global de la multinacional germana, Michael Sen, ya reconoció el pasado febrero, en la presentación de sus cuentas del ejercicio 2022, que estudiaría ventas de activos para reducir deuda, cifrada en 27.000 millones de euros, con el fin de rebajar su endeudamiento hasta situarlo en una horquilla de entre 3 y 3,5 veces ebitda. Sus planes pasan por promover la venta de, al menos, cinco células de negocio, por lo que todo apunta a que se anunciarán nuevas transacciones para cumplir con el plan de rotación de activos y de gestión del portfolio durante los próximos 18 meses.