
El virus respiratorio sincitial (VRS) es una amenaza permanente para los bebés nacidos de forma prematura. Las infecciones por este virus constituyen la segunda causa de muerte en menores de un año en el mundo, originan hasta 14.000 hospitalizaciones en España y son la primera causa de hospitalización por infección del tracto respiratorio inferior en menores de dos años. A nivel mundial representan el 33% de todas las neumonías que se producen, 31 millones de fallecimientos y uno de los mayores gastos sanitarios a nivel mundial: 3,13 billones de dólares.
El VRS afecta fundamentalmente a la población infantil durante los meses de invierno y hasta el 2% de los niños infectados terminan hospitalizados. El riesgo de que la infección se vuelva más grave es mayor en niños prematuros menores de seis meses, bebés con problemas pulmonares crónicos, con cardiopatías congénitas o inmunodeprimidos y aquellos que están expuestos al humo del tabaco.
Este tipo de virus constituye un problema de salud pública que ha permanecido invisible y oculto para la sociedad durante muchos años. "En 1955 se conoció el impacto de este virus y no se le ha prestado la atención que merecía porque era un problema de pediatras. Tradicionalmente se ha dicho que las infecciones por VRS provocaban un catarro en los niños que había que pasar", afirma Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Los pediatras y los profesionales de la salud sostienen que la adopción de una serie de medidas de higiene son claves para prevenir el contagio. Acciones como lavarse las manos con frecuencia antes de entrar en contacto con el bebé, evitar ambientes cerrados y poco ventilados, así como las multitudes ayudan a contener la propagación del virus. Sin embargo, muchas familias no cuentan con la información ni con el conocimiento necesario sobre cómo se previenen este tipo de enfermedades.
"Las familias necesitan formación y si hay algo que demandan es el conocimiento de la prevención de este tipo de enfermedades. Sin embargo, como muchas no saben que existe este problema, no pueden prevenirlo Somos muy conscientes de que desarrollar bien la función parental exige tener conocimiento y prevención.", explica Concepción Gómez, presidenta de la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM).
El problema no solo afecta a la edad pediátrica, sino que también incide sobre los adultos. "Cada vez nacemos antes y morimos más tarde, por lo que se han generado grupos de riesgo en los dos extremos de la vida. Hoy sabemos que el impacto del VRS en los mayores de 65/70 años es semejante al de la gripe, provocando la misma tasa de problemas respiratorios, descompensaciones y mortalidad en este grupo de edad", sentencia Sánchez Luna.
La necesidad de hacer visible la enfermedad ha llevado a la farmacéutica AstraZeneca, junto con la APREM y Menudos Corazones, a poner en marcha la campaña 'La fuerza de la fragilidad' para aumentar la concienciación sobre el virus. La iniciativa pretende concienciar sobre la importancia de conocer y prevenir la enfermedad a través de un vídeo que recoge la experiencia de familiares y expertos con el VRS.