En este momento es imposible comprar tabletas de yodo en las farmacias de Finlandia. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Sanidad, ante un posible ataque nuclear por parte de Rusia, pidió a sus ciudadanos que comprasen tabletas de yoduro de potasio como parte de las medidas de prevención. Pero, ¿sirve tomar pastillas de yodo para proteger el organismo de las consecuencias de un ataque nuclear?
Un accidente grave en una planta de energía nuclear ya sea una explosión u otro tipo de suceso, puede liberar yodo radiactivo y entrar a formar parte del aire. Ingresa en el organismo de las personas a través de la respiración y se acumula en la glándula de la tiroides. El yodo radiactivo puede causar cáncer o disfunción de la tiroides.
El yoduro de potasio es una sal que previene la absorción de yodo radiactivo a través de la tiroides. Solo protege cuando se toma en el momento adecuado, es decir, ni antes ni después. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su uso en caso de accidente nuclear para las personas de 40 años y a las embarazadas para proteger el feto. No se aconsejan para mayores de 40 ya que no tienen el mismo riesgo de aumento del cáncer de tiroides debido a la radiación que las personas más jóvenes.
Todo ello ha despertado el interés por fármacos que puedan prevenir los efectos de esa posible radiación nuclear. En España no se puede acceder a las tabletas de yodo en farmacias u hospitales. Sí existen medicamentos que contienen yoduro de potasio (requieren de receta) y suplementos alimenticios (no requieren de prescripción médica), pero distan mucho de las tabletas mencionadas. Están destinados al tratamiento de personas que necesitan un aporte de yodo, como en casos de hipotiroidismo. Los laboratorios que tienen autorizados y comercializados este tipo de productos en España son principalmente Italfarmaco, Bial, Casen Recordati y Logogen.
Las dosis de yodo que incluyen los medicamentos y suplementos es mínima, es decir, "pueden contener de 100 a 300 microgramos", indica el responsable del Área del Medicamento del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Iván Espada. Tal y como indica el experto, respecto a las pastillas de las que hablan las autoridades finlandesas, "para bloquear el tiroides se requieren de 130 miligramos diarios para un adulto. Traducido necesitaríamos al día tomar entre 400 y 1.300 pastillas que hay en la farmacia para alcanzar la dosis recomendada de yodo". Lo que hay en las boticas no vale para prevenir ningún riesgo radiológico.
Por otra parte, las pastillas de yodo protegen un órgano en concreto frente al yodo radioactivo, la tiroides. "No nos va a proteger sobre el efecto que pueda tener frente a otras partes de nuestro cuerpo", indica. Además, en caso de accidente radiológico, el yodo radioactivo es un isótopo que se libera en el medio. "Aparte de ese puede haber otros que el yodo que estemos tomando no nos va a proteger frente a ellos", recalca.
En caso de que fuese necesario la toma de estas pastillas ya que de momento no lo es, el Ministerio de Defensa y de Interior serían los encargados de proceder a su reparto. Existen planes de contingencia desde el Gobierno. El yodo en grandes dosis se distribuye entre la población en caso de accidentes o explosiones nucleares para colmar las necesidades. Este tipo de productos se encuentran almacenados en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, situado en Colmenar Viejo (Comunidad de Madrid).
Una Finlandia sin existencias
Las boticas del país nórdico se quedaron sin existencias a las pocas horas de publicar el comunicado. La demanda del producto, para el que no es necesario una receta médica, ha sido tan alta que incluso ha colapsado la tienda online de la cadena de farmacias más grande del país, Yliopiston Apteekki. La Asociación Finlandesa de Farmacéuticos indica que habrá tabletas de yodo "en un futuro próximo". Además, no hay pastillas de yodo para menores de tres años a la venta por lo que los centros de salud deberán importarlas y distribuirlas entre los padres y las mujeres encintas.
Muchos finlandeses ya se había aprovisionado de tabletas de yodo la pasada primavera, después del primer ataque Ruso a Ucrania por miedo a un posible ataque nuclear.