Salud Bienestar

Grifols admite que la presión de CSL y Takeda complica la rebaja de deuda

  • Teme la creciente competencia en el sector de los hemoderivados
  • Hay firmas que cuentan con más recursos que la española
  • Asume que podría verse obligada a bajar precios
Víctor y Raimon Grifols, tras la última junta de accionistas. Luis Moreno
Barcelonaicon-related

Con una deuda que roza los 6.500 millones de euros y las acciones a la mitad de lo que valían antes de la pandemia, Grifols asume que llega la hora de apretarse el cinturón. La compañía ha puesto el freno a las adquisiciones y ha suspendido el dividendo mientras busca 300 millones entre desinversiones y medidas de ahorro. La captación de plasma ya está en los niveles previos al coronavirus, pero la recuperación se ve amenazada por la presión de una competencia que cuenta cada vez con más recursos y ya ofrece soluciones iguales a las de la cotizada catalana.

Así lo admite la propia organización en un informe de riesgos presentado ante la SEC –el regulador bursátil estadounidense- hace unas semanas. La firma advierte de la pujanza de los rivales: "Nuestros principales competidores son Takeda, CSL Behring y Octapharma, y algunos tienen recursos financieros significativamente mayores que los nuestros".

Al cierre de 2021, la compañía contaba con una liquidez de 1.277 millones de euros, incluyendo una caja de 655 millones, pero la cifra no deja tranquilos a los ejecutivos de la compañía. "Estas firmas pueden dedicar más fondos a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, a la promoción de sus productos y ser capaces de sostener por períodos más largos una reducción deliberada del precio de sus servicios", asume la empresa.

Así, a la firma no le queda más remedio que admitir la amenaza para el crecimiento de los ingresos y la disminución de los márgenes de beneficio. Y, como explicaron los consejeros delegados Víctor y Raimon Grífols en un encuentro con periodistas tras la última junta de accionistas, la reducción de las ratios de endeudamiento debe llegar también con una subida del negocio; no solo con medidas de ahorro y desinversiones.

La empresa de hemoderivados se comprometió a reducir la ratio deuda/ebitda hasta las cuatro veces frente a las entre 7,5 y 8,5 en las que se sitúa ahora mismo, según un informe de Exane BNP, después de verse obligada a anotarse como deuda la inyección del fondo soberano de Singapur (GIC).

Pero la competencia cada vez cuenta con mejores productos para seducir el mercado, como admite la propia organización, que podría verse obligada a bajar precios. "Nos enfrentamos a una competencia importante; Takeda, CSL Behring, Kedrion Biopharma, Octapharma y Bio Products Laboratory tienen productos de inmunoglobulina intravenosa líquida al 10% y tanto Octapharma como Bio Products Laboratory lanzaron productos al 5%", señala en el mismo documento.

"A medida que aumentó la competencia, algunos competidores descontaron el precio de los productos ya que muchos clientes se han vuelto cada vez más sensibles al precio. Si demandan productos a menor coste, podemos perder ventas o vernos obligados a bajar precios", zanja la empresa.

Otra amenaza: la llegada al mercado de productos aplicados por vías alternativas, como la subcutánea. CSL y Takeda ya venden preparaciones de inmunoglobulina humana al 20% de concentración y Takeda cuenta con una inmunoglobulina para adultos con inmunodeficiencia primaria. Aunque cuenta con la aprobación de la FDA –la agencia del medicamento estadounidense- para tratamientos similares, Grifols admite que "el nivel de competencia sigue siendo significativo y tiene a aumentar".

Grifols ya salió mal parada en comparativas anteriores

La pujanza de la competencia no solamente preocupa a los directivos de la organización española, también la detectaron las agencias de calificación. Ya en un informe elaborado el año pasado, Moody's advirtió que Grifols era la empresa más endeudada del sector en una comparativa con Hologic, CSL, Teleflex y Hill Rom.

Al cierre de 2020, la empresa comunicó una ratio deuda/ebitda de 4,5 veces (hoy podría alcanzar las 7,5 veces), pero la firma neoyorquina elevaba la métrica hasta las 5,5 veces; un dato peor que las 5,1 veces de 2019 (4,2 veces según la compañía).

A diciembre de 2020, Moody's señaló que el múltiplo deuda-Ebitda era de 1,7 veces en el caso de CSL, de 1,3 veces en el caso de Hologic, de 4,6 veces en el caso de Teleflex y de 3,5 veces en el caso de Hill Rom.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky