Salud Bienestar

Hipra y Sanofi disputarán a Pfizer y Moderna la dosis de recuerdo en otoño

  • Los nuevos sueros basados en proteína ultiman sus autorizaciones en Europa

Dentro de aproximadamente cuatro meses comenzará una nueva campaña de vacunación para proteger a la población de los efectos del coronavirus. Desde principios de año, con la irrupción de la variante ómicron, las compañías farmacéuticas involucradas en el desarrollo de vacunas están trabajando en adaptar sus sueros a esta nueva cepa para así estar a la vanguardia.

En esta carrera se encuentran, principalmente, cuatro compañías con posiciones bien diferenciadas. De un lado, las vacunas de Pfizer y Moderna, ya aprobadas y muy usadas, trabajan para mantener su hegemonía comercial. Del otro lado se encuentran los nuevos sueros basados en proteínas, de Hipra y Sanofi, que ultiman sus procesos clínicos para poder plantar cara a las dos grandes ganadoras.

En esta batalla por la cuarta dosis, las posiciones de cada compañía son distintas y conviven con las recomendaciones científicas e incluso con los intereses de los países. Pfizer y Moderna son las únicas aprobadas a día de hoy de las cuatro mencionadas, pero hace un año los técnicos del Ministerio de Sanidad ya dijeron que lo ideal era mezclar una de las mencionadas con otra de proteína (Sanofi o Hipra). Ahora, estas últimas se encuentran en la Agencia Europea del Medicamento tratando de demostrar que su refuerzo es mejor que el de las compañías estadounidenses.

Ante la posibilidad de que produjeran una respuesta inmunitaria mayor (y algunos datos publicados por Sanofi hacen pensar que puede ser así), Pfizer y Moderna se pusieron a trabajar para fabricar un suero que fuese específico contra ómicron. En ello están, con el objetivo de tener algo nuevo que no les relegue cuando salgan al mercado las de Sanofi e Hipra.

La cuestión económica también es relevante. Si las vacunas existentes en otoño se comportan de manera similar en términos de protección contra el Covid, Pfizer tiene ventaja sobre el resto porque ya ha vendido a la Unión Europea 900 millones de dosis, ampliables al doble si así se requiere. Moderna también amplió sus contratos con 450 millones de dosis más. En tercera posición se encontraría Sanofi, con un máximo de 300 millones de dosis apalabradas por contrato. En esta cuestión, la posición de Hipra es la más débil, pues aún sigue tratando de convencer a Bruselas de la idoneidad de cerrar una compra centralizada de su suero.

La vacuna española también va más rezagada en términos clínicos. Hipra ya ha respondido a todas las cuestiones técnicas planteadas por la Agencia Europea del Medicamento y está a la espera de que no haya nuevas cuestiones y pase a la fase de petición de autorización.

El papel de España en el desarrollo de vacunas es de liderazgo. El suero de Moderna se fabrica y envasa por Rovi en sus plantas de Granada y Madrid. Hipra puede ser la primera dosis inventada, desarrollada y comercializada por España y además, los sueros utilizados al principio de AstraZeneca y Janssen también tuvieron en España contratos para procesos específicos de la fabricación.

El caso Valvena

La vacuna de Hipra ha escalado posiciones competitivas en los últimos tiempos por los datos preliminares de sus ensayos y por lo que le ha pasado a la compañía francesa Valvena. Esta farmacéutica tenía pactados 60 millones de dosis (27 millones en 2022 y el resto en 2023), pero Bruselas rompió el acuerdo de manera unilateral hace, más o menos, un mes. Lo más extraño es que el suero ha recibido el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento y la propia Comisión Europea permite venderla desde esta semana en todos los estados miembro.

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