
Apenas cinco meses después de entrar en vigor el nuevo convenio de Muface, ya hay voces que consideran que está caduco en su versión actual. Una de las tres aseguradoras que prestan el servicio a los funcionarios, DKV, se plantea recurrir el acuerdo porque considera que las condiciones actuales, marcadas por la inflación, han cambiado la realidad y se han comido buena parte de la prima establecida para el primer año, que es del 8%.
"Ese porcentaje para el primer año, que podía ser una alegría, nos lo hemos comido con la inflación. El segundo y tercer año no se que pasará y estamos seriamente planteándonos acudir a la cláusula de posibilidad de revisión de contrato en situaciones extraordinarias como esta", explica el CEO del Grupo DKV, Josep Santacreu.
Esos dos siguientes años, 2023 y 2024, la prima estipulada es del 1% para cada uno de los ejercicios. La bonificación ya le pareció a la aseguradora una cantidad insuficiente para realizar el servicio de mutualismo. "Ya sabíamos que el contrato iba a sufrir. Hicimos la promesa de que desde el primer año empezaríamos a revisar en profundidad la prima para que la renovación siguiente (2025) no volviera a ser el típico regateo", añade Santacreu. La opinión de que el sistema está infrafinanciado también es compartida desde otra de las aseguradoras, Asisa.
Pero a pesar de las quejar, que en DKV han sido una constante a lo largo de los años, la aseguradora siempre ha permanecido en el modelo Muface. "Creo que las compañías que seguimos en el modelo Muface es porque no queremos tirar la toalla. A pesar de que nos quejemos y tengamos pérdidas tenemos la esperanza de que en algún momento se ponga una prima ajustada, pero razonable y que permita seguir manteniendo este volumen de clientes en las provincias donde sin el contrato sería difícil tener una medicina privada de calidad", argumenta Santacreu.
"En las grandes ciudades no pasa nada si desaparece, pero en lugares como Soria, Salamanca o Jaén sin Muface algunos centros tendrían que cerrar y habría menos oferta. Quizás somos unos románticos, pero pensamos que en algún momento algún responsable político hará los números que toca", añade el CEO de DKV.