Solo cincuenta millones de los 1.469 millones de euros presupuestados para el Perte de Salud de Vanguardia irán destinados a la mejoría de las fábricas de medicamentos. Así lo cuentan diversas fuentes cercanas al desarrollo de este plan, que además detallan que 25 millones serán en un formato de crédito blando y otra cantidad similar a fondo perdido.
Desde que se presentase el proyecto, prácticamente no ha habido pasos en la dirección de acelerar uno de los principales hándicap que se trataban de solucionar: la apuesta por la fabricación nacional para reducir la dependencia exterior, sobre todo de países del sudeste asiático. Tres son los ministerios implicados en el proceso, Sanidad, Industria y Ciencia, pero parece que las velocidades son diferentes entre estos estamentos.
Según ha podido saber este medio a través de las fuentes consultadas, los trabajos de Sanidad han sido tímidos. El protagonismo lo ha tomado Ciencia, y ha sido Industria la que adoptó la decisión de inyectar los citados cincuenta millones tratando de dinamizar el proyecto. Cabe recordar que la promesa del Gobierno era desplegar la mayor parte de este plan en el primer semestre.
El principal trabajo que debe llevar a cabo el departamento de Carolina Darias es elaborar el listado de medicamentos esenciales para fabricar en España. La Agencia Española del Medicamento lleva tiempo trabajando en el documento, pero, por motivos que no se esclarecen, no termina de ver la luz.
Este periódico ha podido averiguar que será esta semana (presumiblemente este martes día 10) cuando se producirá una reunión del Comité de Medicamentos de Uso Humano que validará el listado. Las moléculas elegidas, de momento, son una incógnita por desvelar.
Asimismo, Sanidad tendrá que modificar la Ley de Garantías (posiblemente a través de la Ley de Equidad) si se quieren modificar ciertos aspectos legislativos relativos al precio de estos medicamentos. También se espera una batería de propuestas para asegurar que ese stock de productos esenciales no se quede olvidado en almacenes.
Por su parte, el mayor protagonismo en el ministerio de Ciencia lo está tomando Raquell Yotti, nueva secretaria general de Investigación y exdirectora del Instituto de Salud Carlos III. Una de las máximas premisas que abandera esta dirigente es la apuesta por la investigación pública y las terapias avanzadas, iniciativa necesaria pero donde el tejido nacional (con escasas excepciones) no tiene puesto el foco.
La industria, por su parte, está más preocupada por la lentitud que por las cuantías económicas. Varias patronales anunciaron hace meses un plan de inversiones por 1.721 millones. La postura del sector es buscar un marco predecible que asegure sus inversiones más que pedir dinero. De hecho, es una postura de sobra conocida y enunciada hasta en el Congreso de los Diputados durante las jornadas de reconstrucción celebradas en 2020.
Ese marco estable aterriza en políticas de precio que justifiquen la decisión empresarial de atraer la fabricación a España. Los costes de producción en un país de la Unión Europea distan mucho de países como China, por lo que se espera un ajuste en el reembolso estatal para que se justifiquen las inversiones.
Habrá incentivos
Lo que sí está orientado son la políticas de incentivos que tendrán las empresas que participen en la fabricación de los medicamentos esenciales. Tal y como adelantó este medio, habrá tres sistemas. Uno de ellos será la rebaja de tasas que la industria paga a la Agencia Española del Medicamento y otro vendrá de la mano de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad. El último serán exenciones fiscales vinculadas al Plan Profarma que impulsa el Ministerio de Industria.