Desde el año 2008, la tasa de natalidad entre la población española no ha parado de descender. Por cada mil habitantes, hemos pasado de una tasa de 10,1 hasta los 6,03 de 2022 —el último año con datos disponibles—. Dada esta tendencia, todo parece indicar que seguirá descendiendo durante los próximos años.
Entre las diversas causas que explican este fenómeno, una de las más destacadas es de carácter puramente económico. La pérdida de poder adquisitivo de las personas que están en edad de tener hijos y el encarecimiento del coste de la vida dificulta o impide que los jóvenes puedan formar una familia.
En este sentido, la Asociación de Usuarios Financieros Asufin ha calculado el coste que esto supone, incluyendo las ayudas que puede facilitar el Gobierno. "Por lo general, el coste promedio de tener un hijo oscila de 4.000 a 5.000 euros durante el primer año", avanza la asociación.
Al desgranar la cuenta, los principales gastos a tener en cuenta corresponden a la higiene, a la ropa, a los complementos y a la guardería.
Elementos de higiene como pañales, toallitas, cremas o jabones forman parte de los productos que más se gastan y cuya inversión puede llegar a los 800 o 900 euros durante el primer año de vida.
Aunque no se gastan, complementos como el carrito, la cuna o la silla del coche conllevan un gran desembolso. "Una opción de abaratar costes es comprar artículos de segunda mano o si tenemos suerte, heredarlos de algún familiar, ya que esto nos ayudará a gestionar mejor nuestra economía", aconsejan desde asufin.
Dado el rápido y constante crecimiento de los bebés durante sus primeras semanas, estos necesitarán nueva ropa cada tres meses aproximadamente.
Por último, la guardería, a la que acuden sobre todo los progenitores que tienen que trabajar, conlleva un gasto aproximado de 400 euros al mes. No obstante, las guarderías pueden estar subvencionadas en función de los ingresos de los padres.