Belleza

Los 6 errores que siguen estropeando tu piel, según una experta (y cómo evitarlos)

Hidratas, proteges, exfolias y te compras ese sérum que todas recomiendan en redes, pero… ¿y si estás cometiendo errores que anulan todo tu esfuerzo? Lo importante no es cuántos pasos haces, sino si los haces bien, ya que hay gestos que parecen inofensivos, pero que están saboteando los resultados. Y muchas veces, sin saberlo, repetimos rutinas que, más que cuidarnos, nos estancan.

Lourdes Moreno, experta en belleza, suplementación y fundadora de la marca Laluz by Lourdes Moreno, repasa con nosotros los fallos más comunes que cometemos la mayoría en el cuidado de la piel y nos dice cómo corregirlos de forma sencilla y efectiva.

1. Aplicar los productos en el orden incorrecto

Sí, el orden sí altera el resultado. "Aplicar los productos en el momento adecuado marca la diferencia entre una piel que solo 'se cuida' y una que realmente se transforma", dice Lourdes. ¿El protocolo ideal? Por la mañana, limpieza, ácido hialurónico (hidratación profunda), antioxidantes, crema hidratante y protector solar. Por la noche, doble limpieza, péptidos, transformadores (como el retinol) y, por último, calmantes. El orden de aplicación no solo influye en la eficacia de cada activo, también evita que se anulen entre ellos o que irriten la piel.

2. Saltarse la limpieza (mañana o noche)

"Hay pasos que no puedes eludir, y el primero es la limpieza", insiste Lourdes. Tanto por la mañana como por la noche. Aunque no uses maquillaje, la piel acumula impurezas, grasa, sudor y residuos ambientales que actúan como barrera. Si no limpias bien, ningún producto que apliques después funcionará al 100 %, por muy caro o potente que sea.

Y un aviso: una rutina básica puede ser muy eficaz, siempre que no falte este primer paso.

3. Usar mal el protector solar

Hay tres errores que Lourdes destaca con claridad: no usar suficiente, no esperar el tiempo necesario antes del maquillaje y no reaplicarlo durante el día. "Tenemos como protocolo los dos dedos de protección solar para la cara, y otros dos para cuello y escote", recomienda. Y ojo con las prisas: si aplicas el maquillaje justo después del protector solar, sin dejar que se absorba bien, la fórmula puede romperse y pierdes el factor de protección que indica el envase. Es importante esperar dos o tres minutos antes de maquillarte.

Además, muchas personas olvidan reaplicarlo, algo esencial si pasas tiempo al aire libre. "Nos tocamos la cara unas 500 veces al día. Eso hace que desaparezca parte del filtro solar que pusimos por la mañana", señala.

4. Dejar el retinol en verano

Gran error. "¿Por qué dejamos de usar el retinol en verano? Nunca lo entiendo", dice Lourdes. La confusión viene de un malentendido común: no deberíamos empezar con retinol en verano (por el proceso de retinización), pero si ya lo estás usando y tu piel está adaptada, no hay motivo para dejarlo. Abandonarlo dos meses significa volver a empezar desde cero y perder todos los avances.

Su recomendación es mantenerlo, siempre que la piel esté acostumbrada y se combine con protección solar diaria.

5. Creer que el aftersun repara el daño solar

Aplicarse aftersun tras tomar el sol no borra los efectos del daño solar. "Mitigamos un poco el malestar, pero el envejecimiento, las manchas o la deshidratación ya están hechos", explica. El aftersun calma, alivia y aporta frescor, pero no repara lo que el sol ha alterado en las capas más profundas de la piel.

Por eso, la mejor estrategia sigue siendo la prevención: no escatimar con el protector solar y evitar exposiciones prolongadas o en horas de máxima radiación.

6. Descuidar la alimentación

La piel también se cuida desde dentro. "Lo que comes se refleja en tu piel", arguye la experta, quien incide en que hay tres grandes enemigos cutáneos: el azúcar, el alcohol y los alimentos ultraprocesados.

El azúcar es uno de los mayores responsables de la glicación, un proceso que destruye el colágeno, genera arrugas, oxidación celular y envejecimiento prematuro. El alcohol, por su parte, deshidrata, inflama y provoca rojeces o pequeñas venas visibles, efectos difíciles de revertir. Y los ultraprocesados —ricos en conservantes, grasas saturadas y sal— apagan la piel, la vuelven cetrina y aceleran la flacidez.

"Comer alimentos naturales, antioxidantes y de cercanía se nota mucho en la piel. La diferencia es la noche y el día", concluye Lourdes.

Al final, cuidar la piel no es cuestión de seguir una rutina interminable ni de tener todos los productos del mercado. Se trata de hacer bien lo esencial, conocer tu piel, darle lo que necesita y evitar errores que, por pequeños que parezcan, comprometen los resultados.

Una rutina bien estructurada, una limpieza constante, una protección solar correcta y una alimentación equilibrada valen mucho más que cualquier cosmético de lujo mal aplicado. Y si te queda alguna duda, el consejo de Lourdes Moreno es claro: cuida tu piel como si fuera un espejo de tu estilo de vida, porque lo es.

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